Odio Internet

Jarett Kobek

LINCE

Odio Internet responde a nuestras grandes preguntas: ¿por qué vivimos en el horror que rezuman nuestros móviles y ordenadores?, ¿por qué aplaudimos a los dueños millonarios de las empresas hightech, que hacen fortunas a expensas de los débiles?, ¿por qué les regalamos nuestra propiedad intelectual?

Odio Internet también cuenta una historia. O casi. Por mucho que su autor insista en que no es una «buena novela» porque carece de intriga, lo cierto es que no la necesita. Le basta con su extraordinario humor para lograr que el lector no pueda separarse de este libro cargado de ira contra Internet, el machismo, la gentrificación, el calentamiento global y, en general, el asqueroso mundo en el que vivimos.

Definida por muchos como «La broma infinita de la era de Twitter», nos propone una nueva visión alternativa de los paradigmas tecnológicos del momento: Internet, Facebook, Instagram, Amazon y Twitter. En apenas un año, se ha convertido en un auténtico bestseller.

«Desconéctate de Twitter durante un día y ponte a leer Odio Internet.» Dwight Gardner, The New York Times

«Jarett Kobek es el Houllebecq norteamericano gracias al fervor con el que ataca a nuestras vacas sagradas. He devorado Odio Internet» Jonathan Lethem, The Scotfield

«Odio Internet de Jarett Kobek es estridente, polémica y un ataque contra todo: desde el capitalismo hasta el racismo, desde la gentrificación hasta Instagram.» Dominic Amerena, The Australian

«Un ataque furioso contra Internet, la estupidez, el racismo y todo tipo de mamonadas. Es además una obra bestialmente divertida, inteligente, cabreante.» Rob Doyle, The Irish Times

«La sorpresa del año. El libro más loco y combativo sobre el fabuloso mundo de la Red.» Rob Doyle, The Irish Times

«Una sátira implacable, cruel y entusiasta.» Greil Marcus, Pitchfork 

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Mucho después de que cometiera el único pecado imperdonable del siglo xxi, alguien le envió a Adeline un mensaje por Internet.

     El mensaje decía: «Querida puta, ojalá te viole una banda de inmigrantes ilegales sifilíticos».

     Internet era un invento maravilloso. Se trataba de una red informática que unos usaban para recordarles a otros que eran unos pedazo de mierda asquerosos.

Adeline recibió este mensaje porque había cometido el único pecado imperdonable de principios del siglo XXI. Pero antes de llegar a cometer ese grandísimo error, tuvo que cometer otros menos importantes.

     Algunos de los errores menos importantes fueron: 1) era una mujer en una cultura que odiaba a las mujeres; 2) se había hecho más o menos famosa, y 3) había expresado opiniones impopulares.

     Ser una mujer más o menos famosa que expresaba opiniones impopulares en una cultura que odiaba a las mujeres era en sí un error grave, pero ni este error ni las partes que lo constituían fueron el gran error.

       El gran error fue otra cosa.

Lo que acaba de decirse solo consiente una interpretación del mensaje, una vez corregidas gramática y erratas. El mensaje original decía: «Est zorra… Ojla t follar un band d imgrnts ilgles sflitico…».

     Es posible que lo de imgrnts ilgles no se refiriera a los ciudadanos extranjeros que llegan a Estados Unidos sin visados ni permisos de residencia oficiales. 

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]