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Blogs de autor

Gordon Lish no solo tacha

Por 12 de febrero de 2011 Sin comentarios

Iván Thays

Gordon Lish
Gordon Lish pasará a la fama por haber tachado párrafos, páginas enteras, de los primeros libros de Raymond Carver. Algunos incluso dicen que es el verdadero autor del estilo Carver, y que sin él Ray no sería nadie. Exagerados. Quienes quieren comprobar el verdadero genio de Lish no deben leer las obras de Carver, sino los propios libros que Gordon publica, a razón de una docena. Hace unos años, Periférica editó Perú. Ahora publica Epígrafe. Andrea Aguilar lo entrevista para ?Babelia?. 
Aquí algunas preguntas:

PREGUNTA. ¿Por qué decidió escribir?
RESPUESTA. Siempre he escrito, desde pequeño. Paré cuando tenía 22 o 23 porque me rechazaron un cuento. Luego escribí dos novelas fruto de mi experiencia en el loquero. Una se llamaba Oda a la locura -¡Dios, hasta los títulos son vergonzosos?!-. Iban a ser publicadas pero no quise hacerlo por mis padres. No volví hasta que tenía 45 o 46 años para mantener a la familia, a las exmujeres, esas cosas.
P. Su primer libro, Dear Mr. Capote, era una carta, un género que retomó conEpígrafe.
R. Originalmente, eran dos cartas, una dirigida a Capote y otra a Norman Mailer, y la segunda daba la vuelta al texto. Era algo ingenioso, pero a mi editor y a mi agente les pareció demasiado. Presionaron para que lo quitara y cedí. No debí haberlo hecho, era mejor el original, al menos era defendible.
P. ¿Qué hace a un buen escritor? ¿Y a un buen editor?
R. Como cualquier otra cosa en la vida, se trata de convicción. Tienes que estar dispuesto a jugártelo todo. Debes buscar el riesgo en la medida en que puedas. ¿Hay o no música en las frases?
P. ¿Es la misma receta para ambos?
R. Cuando se edita el trabajo de otro ¿qué música buscas escuchar, la tuya o la suya? El texto es como un cuerpo y la relación que tienes con él como editor o escritor debe ser entendida como una relación social. El único criterio son los arrestos, el volumen, la pervivencia de la canción. Uno quiere sacar de cualquier acto de la vida eso que necesariamente merece ser perpetuado.
P. ¿Por qué escribe libros de cartas?
R. Las cartas son fáciles. Puedo reconocer lo que es una buena novela en un instante. Y arreglar las estructuras o reconocer el genio en el trabajo, pero en mis escritos no sé hacerlo, no puedo copiar o imitar.
P. Pero imitó a J. D. Salinger.
R. Cuando estaba en Esquire publicamos el cuento For Rupert, with no promises y no iba firmado. La revista se agotó. La gente pensó que lo había escrito Salinger o Cheever o Updike. Luego se descubrió que había sido yo. Lo hice como un homenaje, y Salinger consideró que era algo despreciable.
P. ¿Cómo habría editado a Salinger?
R. No habría cambiado ni una coma. Es un prodigio. Su vida me parece fascinante.
P. ¿Su espíritu rebelde?
R. No, es el misterio. Mi hija mayor fue compañera de clase de aquella chica que vivió con él, Joyce Maynard. Uno se pregunta cómo pudo Salinger someterse a semejante ser humano y no haber visto la esencia. A Holden Caufield no se le habría escapado. Cabe pensar si en los primeros textos que publicó esta joven y que llamaron la atención de Salinger ya estaba la semilla de lo cutre y lo mediocre.
P. ¿Ha sentido inseguridad como escritor por su celo de editor?
R. Si fuese capaz de crear cosas como las que escriben DeLillo o McCarthy no creo que insistiera tanto en corregir. Lo que me puso en marcha fue la idea de posar primero como persona literaria y luego como escritor.
P. ¿Por qué usó su nombre y el de su mujer en Epígrafe?
R. El libro no hubiera existido sin la enfermedad de mi esposa, una esclerosis amiotrófica. Meter nuestros nombres subía las expectativas, convertía la escritura en una acción mucho más excitante.
P. ¿Qué necesitan aprender los escritores?
R. Que lo que hacen importa.
P. ¿Cómo son los estudiantes hoy en día?
R. No quieren ser amateurs. ¡Contratan publicistas! Siento que soy el cazador entre el centeno que impedirá que esos chicos se conviertan en un producto.

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Iván Thays

Iván Thays es escritor peruano (Lima, 1968) autor de las novelas "El viaje interior" y "La disciplina de la vanidad". Premio Principe Claus 2000. Dirigió el programa literario de TV Vano Oficio por 7 años. Ha sido elegido como uno de los esccritores latinoamericanos más importantes menores de 39 años por el Hay Festival, organizador del Bogotá39. Finalista del Premio Herralde del 2008 con la novela "Un lugar llamado Oreja de perro".

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