
Eder. Óleo de Irene Gracia
Iván Thays
Mario Vargas Llosa con Aitana actuando. Fuente: rtve Yo me pregunto, si Vargas Llosa empezó a los 70 años a cumplir su sueño de ser un actor de teatro, ¿por qué no puedo yo, a los 41, empezar a cumplir mi sueño de convertirme en un pintor expresionista abstracto? La respuesta me costó 300 dólares enviado a un tipo que me habló por Skype 25 minutos desde Isla Canarias. Es mi culpa. Vargas Llosa, en cambio, qué grande. Ahora reescribió Las Mil y Una Noches para adaptarla al teatro con su actriz fetiche Aitana Sánchez-Gijón. Dice la nota que han editado el libro en Alfaguara:A partir de la observación de que prácticamente ninguna traducción de Las mil y una noches era idéntica a otra, al escritor peruano Mario Vargas Llosa se le ocurrió hacer una propia, «libre» y «minimalista». El texto, que él mismo interpretó en teatro junto a la actriz Aitana Sánchez Gijón, llega ahora a las librerías. Para escribir sus Mil y una noches, Vargas Llosa consultó distintas traducciones de este compendio de «multitud de historias, algunas orales y otras escritas, de origen principalmente persa, indio y árabe». Aunque muchas de ellas se remontan a los siglos IX y X, buena parte de los relatos son cuentos del siglo XIII que comienzan a ser recopilados a partir del siglo XVIII y a traducirse (en general con muchas variantes) a lenguas como el francés, el inglés y el alemán. La historia de cómo la princesa Sherezada se salva de una condena a muerte gracias a su capacidad para contar relatos encarna, según Vargas Llosa, «la función humanizadora y civilizadora que tiene la ficción». En su versión minimalista, pensada originalmente para ser llevada a escena, el escritor recrea algunos de los cuentos y noches menos conocidas. A partir de la estructura de esos relatos, el autor añade y recorta «desde lo que podría llamarse una sensibilidad moderna».