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Blogs de autor

Después de una cena sin notables

Por 31 de octubre de 2008 Sin comentarios

Javier Rioyo

Tengo que hablar de uno de los libros importantes de los últimos tiempos para entender qué leemos, por qué leemos lo que leemos, quién nos resulta fiable como consejero, inductor o seductor de lecturas. Y también acercarnos a una mirada de la crítica, los críticos y sus alrededores. /upload/fotos/blogs_entradas/la_cena_de_los_notables_med.jpgTodo eso está en el libro de Constantino Bértolo, La cena de los notables, no pudimos cenar con él, apenas pudimos beber, pero sí pudimos escuchar su poética, su prosaica o como se llame su explicación, acercamiento, invitación a su ser lector. A su elegante y peculiar forma de inducirnos lecturas. Después de tantos años, el lector, crítico, editor y agitador Bértolo nos deja su, casi, primer libro. Bienvenido, bien llegado desde las periferias hasta nuestro centro más o menos descentrado.

No tengo tiempo para hablar hoy de ese libro, de ese autor, pero lo haré muy pronto. Hoy, segunda noche a la luna de Valencia, a mitad de camino entre el delta del Ebro y el río Guadalquivir, con mi cabeza en muchas películas, quiero compartir una placa que acabo de leer en la fachada del Tribunal de las Aguas, en ese lugar civil y renacentista del centro de la Valencia de barrio popular, marcados, iglesias y librerías de viejo. En un sobria y marmórea lápida de homenaje leo: "Los dependientes de comercio de Valencia: a la Paz. 1876". Me conmueve esa lápida de trabajadores, dependientes, del comercio de una ciudad que estaba esperando la paz. El comercio también sigue en las guerras, pero el ser que comercia tiene que ser un ser libre. Un hombre, una mujer, orgullosos de esa historia cotidiana, de esa servidumbre civil que cada día nos hace levantarnos y dirigirnos a nuestros comercios. Nuestra dependencia, nuestra independencia. Nos podemos quejar de las horas de trabajo, del sueldo, del jefe, de los intermediarios y hasta de los consumidores. Pero no podemos quejarnos de hacerlo en paz. Los que quieran la guerra que se vayan a la mierda, a la ETA o la cárcel. Los demás somos como esos dependientes de comercio valencianos que, al menos durante unos años, supieron valorar y agradecer la paz. ¡Qué menos!

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Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

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