Clara Sánchez
Todo está cambiando. La selección española de fútbol no podía ganar hasta que ha podido, hasta que ha llegado alguien que sabía lo que se debía hacer. Bien por Luis Aragonés, ese hombre sobrio que no exterioriza emociones porque sabe que antes de sentirlas él tiene que hacérselas sentir a los demás. Bien por Íker Casillas, antes con alas, ahora con armadura, pero siempre genial, y al niño Torres y a todos. Gracias por hacernos pasar unos partidos memorables. Y sobre todo por demostrar que las cosas pueden cambiar, que el pesimismo no sirve para nada y que es un lastre en la vida creer que no se puede hacer un poco más, que hay que dejar las cosas como están, que es imposible conseguirlo porque la experiencia nos dice que siempre ganan los mismos, ¡hasta que llega un Luis Aragonés! y pone el mundo boca arriba y resulta que faltaban auténticas ganas, ilusión e imaginación. Y esto sirve para cualquier parcela de la vida, el que crea que no se puede un poco más, que se vaya y deje el paso a gente con ilusión.
¡ENHORABUENA, EQUIPAZO!