Jean-François Fogel
Al entregar su premio a una escritora británica de 88 años, el jurado del premio Nobel no hace tanto una ganadora a Doris Lessing sino que deshace muchas ilusiones. Ante todo las ilusiones de los escritores de idioma inglés: tendrán que esperar un poco más. Debe ser una clara desesperación para el novelista Philip Roth. No es candidato pero se le ve tanto el plumero que nadie puede ignorar su afán de ser reconocido en Estocolmo.
Hace años que Lessing ya no vive su mejor momento (que fue con The Golden Notebooks, me parece). Pero su biografía abarca una amplitud política que corresponde al jurado del Nobel: nacimiento en Persa y adolescencia en Rodesia (el tercer mundo), emigración al Reino Unido y militancia en el partido comunista (actividad en la izquierda, en un país industrial), fama de seductora y denuncia del machismo (feminismo), intento de escribir ciencia-ficción y todo tipo de novelas (verdadera carrera de escritora). Al final, no se puede negar que era una candidata perfecta.
Casi siempre, el Nobel es así: después, la decisión del jurado parece obvia. Después.