Ficha técnica
Título: Sobre la historia y otros ensayos | Autor: Michael Oakeshott | Prólogo: Timothy Fuller | Traducción: María Victoria Rodil | Editorial: Katz | Colección: Conocimiento| Género: Ensayo | ISBN: 978-84-15917-02-1 | Publicación: 2013
Sobre la historia y otros ensayos
Michael Oakeshott
Una de las ideas seminales del pensamiento de Michael Oakeshott es que no es posible reducir todos los modos de conocimiento a un sistema único y abarcador. Desarrollada en La voz del aprendizaje liberal, ya editada por Katz editores y Liberty Fund, esta idea significa, para Oakeshott, que la filosofía y la historia son, tanto como la ciencia y la matemática, «lenguajes, más que literaturas», es decir, modos específicos de abordar e interpretar el mundo. Y es en la perspectiva del diálogo entre esos lenguajes como se realiza la auténtica libertad.
Así, para Oakeshott el desafío específico de los historiadores es dejar de lado cualquier preocupación de orden práctico o ideológico en su abordaje del pasado, pues una de las mayores ilusiones del ser humano es la creencia en sistemas que lo llevarán a la perfección final en una tierra prometida. Un desafío, el que el autor propone, extremadamente difícil, dado que en general la mirada retrospectiva está menos interesada en la historia que en una «política retrospectiva», pero que él asume en Sobre la historia, donde aborda temas fundamentales de la experiencia humana: la naturaleza de la historia, el imperio de la ley, la lucha por el poder como dimensión inherente a la condición humana, la futilidad de las modernas utopías políticas.
En su conjunto, los cinco ensayos aquí reunidos muestran de modo elocuente la perspectiva distanciada que el autor mismo propone para el trabajo del historiador. Tres de ellos se ocupan de temas de historiografía; el capítulo cuarto, «El concepto de rule of law«, analiza aspectos esenciales de lo que considera como una relación ideal entre los hombres, y en el ensayo final, «La Torre de Babel», ilustra la tesis de que la pluralidad de «lenguajes» constituye la esencia misma de la vida civilizada: los pueblos de Babel no se pierden en la ininteligibilidad mutua sino que, al contrario, se asocian para llevar adelante una empresa común.
PRÓLOGO
por Timothy Fuller
1
Los lectores de este libro se preguntarán cuáles fueron las intenciones de Michael Oakeshott al reunir en un mismo volumen tres ensayos sobre la historia, uno sobre el concepto de rule of law* y otro sobre la Torre de Babel. El título mismo, Sobre la historia y otros ensayos, no resulta muy revelador. Oakeshott había adoptado una postura peculiar e imprecisa en torno a estos asuntos. Con frecuencia afirmaba no recordar por qué había decidido hacer lo que había hecho. Además, no le interesaban los títulos «con gancho» ni necesitaba explicarles a sus lectores por adelantado lo que esperaba que encontraran en sus trabajos. Sin embargo, estos cuatro ensayos como totalidad representan, a mi juicio, ciertos rasgos constantes y destacados de su pensamiento y forman un conjunto «oakeshottiano».
La inclinación de Oakeshott, según el mismo lo admite, era al escepticismo. Se trata de una perspectiva basada en la indagación dialéctica de Sócrates sobre la ignorancia humana, en el escepticismo de San Agustín en cuanto a nuestras pretensiones de aislarnos de la temporalidad y la mortalidad, así como en la idea de Montaigne acerca de la experiencia y su inevitable capacidad para superar todos los intentos de clasificarla u ordenarla, y en las explicaciones de Hobbes sobre los móviles que impulsan, si no a los más nobles y galantes, a los más comunes de los seres humanos. Según Oakeshott, este punto de vista se logra al abstraerse, al menos por un momento, de la inmersión cotidiana en la vida práctica para descubrir una mirada más distante e, incluso, más contemplativa. Esto no equivale a erradicar el pensamiento práctico, que se encuentra presente todo el tiempo desde el inicio de nuestra vida, sino más bien a ocuparse de la posibilidad menos obvia y dominante, pero no por ello menos real, de comprender el mundo no ya bajo la supuesta necesidad de modificarlo, perfeccionarlo o utilizarlo para satisfacer nuestros deseos, sino bajo el impulso de explicar su funcionamiento o de desentrañar los misterios de sus enigmas y dilemas, sin llegar a disolverlos. Esta perspectiva también se encuentra presente como posibilidad desde el inicio de nuestras vidas, pero quizá no resulta tan «primordial» como el pensamiento práctico en tanto no demanda satisfacción con la misma insistencia.