
Ficha técnica
Título: Postales de invierno | Autor: Ann Beattie | Prólogo de: Rodrigo Fresán | Traducción de: Marta Alcaraz| Editorial: Libros del Asteroide | |Precio: 18,95 € | Páginas: 384 | Formato: Rústica 20 x 12’5 cm. | Género: Novela | Fecha de publicación: Septiembre 2008 | ISBN: 978-84-935914-9-6
Postales de invierno
Ann Beattie
Considerada en EE.UU. como una de las novelas más influyentes de la década de los setenta, Postales de invierno es la novela con la que Ann Beattie debutó y que le sirvió para ser inmediatamente identificada como una de las voces más importantes de su generación.
La novela -que retrata como pocas obras el desencanto de la juventud americana posterior al movimiento hippie– cuenta la historia de Charles, un joven perdidamente enamorado de Laura, una mujer casada; de su amigo Sam, eterno parado; de Clara, su hipocondríaca madre que se pasa el día deprimida en la bañera; de Tod, su padrastro; y de Susan, su hermana.
La música pop, el cine y otros elementos de la cultura popular le sirven a Beattie para tratar con ironía temas tan universales como el amor no correspondido, la insatisfacción laboral o las relaciones familiares; y así lo que podría leerse como una divertida comedia de situación se convierte en una aguda mirada sobre una generación que se resiste a abandonar el idealismo de su juventud y a someterse a las normas que imperan en la sociedad.
Por terminar digamos también -recogiendo las palabras de Rodrigo Fresán en el prólogo- que Postales de invierno «es una de las novelas más tristemente graciosas o graciosamente tristes que jamás se hayan escrito».
1
–Permettez-moi de vous présenter Sam McGuire -dice Charles.
Sam está de pie en la entrada con una caja de cervezas. Desde que su perra murió, Sam bebe mucha cerveza. Llueve y el cabello de Sam le chorrea sobre la cara.
-Hola -dice Susan sin mirarle.
-Hola -responde Sam. Se quita la gabardina y la extiende sobre la moqueta. Atraviesa la sala, entra en la cocina y mete una docena de cervezas en la nevera. Charles lo sigue.
-La que no habla es una amiga de Susan, de la universidad -susurra Charles.
Sam mira a Charles, se lleva las manos al pecho, las ahueca formando dos copas y las mueve arriba y abajo.
-Hola -Sam saluda a Elise cuando regresa a la sala.
-Hola -responde Elise sin moverse del sofá.
-Hazme sitio -dice Sam, y se sienta a su lado-. ¿Qué tal la universidad? -Ahora se dirige a Susan.
-Me tiene harta.
-Mejor que patearse las calles -dice Sam.
Elise se echa a reír y le pregunta a Sam.
-¿Haces la calle?
-¿Yo? ¿De qué hablas?
-¿No estabas hablando de hacer la calle?
-Era un decir -responde Sam.
-Me pregunto cómo habrá repercutido la crisis económica en la prostitución -dice Elise.
-Ni te lo imaginas, ¿eh? -dice Sam golpeándola suavemente en el hombro.
Elise parece aburrida.
-¿No habías traído unas cervezas? -pregunta.
-Sí, pero no me caes bien. Como tú no has hecho sitio para que me sentara, yo no te doy cerveza.
Elise ríe. Haga lo que haga, Sam siempre tiene mucho éxito con las mujeres.
-¿Y qué tal si la cojo yo? -dice Elise.
-¡Ah! -dice Sam-. Una mujer agresiva. ¿Eres una mujer agresiva?
-Cuando Susan y yo nos echamos a la calle somos muy agresivas -dice Elise.
-No lo dudo -dice Sam-, los universitarios de hoy están locos. Tal vez sí que hacéis la calle.
-¿Estás borracho? -dice Susan.
-No. Sólo intento alegrarme, se me ha muerto la perra.
-Comemos en cinco minutos -grita Charles.
Elise va por una cerveza a la cocina.
-¿Que le ha pasado a tu perra? -dice Susan.
-Le dio un ataque al corazón. Tenía ocho años; los perros de los demás viven más tiempo.
-¿Estás mal del corazón? -pregunta Elise cuando entra en la habitación. Deja la lata de cerveza en el suelo, se sienta y apoya la cabeza en el pecho de Sam.
-¿Cuánto cobras por hacer un poco más? -pregunta Sam.
-Apuesto que piensas que como soy estudiante de enfermería, no cobro nada -dice Elise.