
Ficha técnica
Título: Personae | Autor: Sergio De la Pava | Editorial: Literatura Random House | Formato: Tapa blanda con solapa | Medidas: 136 X 230 mm | Páginas: 240 | ISBN: 9788439730392 | Precio: 15,90 euros
Personae
Suso de Toro
Sergio de la Pava es una de las revelaciones de las letras Latinoamericanas en Estados Unidos, gracias a su trabajo y su talento ya se ha destacado como una de las figuras literarias del momento.
Las misteriosas circunstancias que rodean la muerte de un hombre muy viejo, recién acaecida en un minúsculo apartamento de Manhattan, exigen la presencia de Helen Tame, una brillante detective obsesionada con la verdad. Pronto la mujer descubre en el lugar una caja y dentro de ella diversos textos, una serie de creaciones y apuntes heterogéneos de Antonio Arce, el escritor que acaba de morir, y se sienta a leerlos.
El resultado (de la lectura, de su investigación) es este poderoso libro, una novela peculiar en la que se va a la caza de una muerte, sí, pero más que nada de la vida, de sus grandes preguntas, del arte, del amor, de la libertad creativa.
La crítica ha dicho…
«Hay mucho de deslumbrante comicidad en este novela de misterio tan poco convencional, pero una de las características más impresionantes de Mr. de la Pava es su habilidad para unir sus extravagantes impulsos con una seriedad filosófica. […] Con apenas cuarenta años, él es ya un escritor de brillantez mercúrica, e incluso sus más extrañas incursiones merecen ser seguidas.» Sam Sacks, Wall Street Journal
«Personae es… la meditación más electrizante de las ramificaciones y posibilidades del proceso artístico que yo recuerde haber leído.» Bookforum
«Personae es una ingeniosa y ambiciosa -aunque enigmática- muestra de ficción fragmentaria que reúne misterio, teoría musical, drama existencial, aforismos y listas numeradas… Inventiva y poco convencional, la segunda novela de de la Pava está colmada de sorpresas.» Booklist
«Como meditación sobre la literatura es traviesa, ambiciosa y llena de imaginación, de algún modo una novela del siglo XXI que bien merece ser leída y analizada hoy, mañana y los años venideros.» Daily Beast
I
Nuestra heroína y su trabajo
El siguiente es el reporte de cierta detective Helen Tame. Yo soy Helen Tame, el que sigue es mi reporte y no es cierto que esta segunda oración no añada nada a la primera. Debo hacer notar desde el comienzo que este Departamento está obsesionado con los reportes y yo no; si tuviera que confesar alguna obsesión sería con la Verdad. La Verdad en sus variopintas instancias, desde las simples pero inviolables verdades matemáticas hasta otras menos claras aunque siempre atrayentes.
Cómo es verdad que la sonrisa de un niño de tres años es buena de manera inequívoca mientras que décadas más tarde esos mismos labios deban analizarse primero, cómo algunos recuerdos en palabras se aferran a una pieza musical existente y se niegan a apartarse de ella para siempre, pero más que nada cómo la muerte inexplicada de un hombre contiene, sin embargo, una verdad de fondo que puede llegar a descubrirse. Lo que yo hago es hacer estos descubrimientos y después, a causa de la obsesión arriba mencionada, los escribo:
El apartamento al que respondí (1) era un Manhattan Especial, lo que quiere decir que no se puede creer que un ser humano que no esté en la cárcel no tenga derecho a más espacio.
Estoy aquí a causa de la sangre, sangre que no tiene ningún sentido. NN está en el piso de la cocina pero el señor NN está tan envejecido de manera obvia y grave, tan adelante en su línea de tiempo personal ahora terminada, que su estatus de fallecido antes de llegar al hospital no ocasionaría ningún misterio que requiriera la tentativa y solícita llamada telefónica que recibí si no fuera, de nuevo, por la sangre.
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(1) A pesar de admitir la naturaleza no convencional de este reporte, intento sin embargo condimentar este recuento con algunas de las locuciones torturadas que se encuentran a menudo en los documentos oficiales de los cuerpos policiales. Así, como arriba, no voy a un lugar, sino que respondo a él con mi vehículo (auto). De igual manera son de esperar menciones bastante copiosas de infractores, víctimas, sujetos, sospechosos, buscados, etc. No diré cuál es el motivo de esto pero en consecuencia le imploro al lector no poner en tela de juicio mi intelecto de manera prematura ni, dicho lector, dejarse disuadir de continuar con lo que promete ser una narración muy estimulante en conjunto.