Ficha técnica
Título: Mentira | Autora: Franca D’Agostini |Traducción: Ana Miravalles | Editorial: Adriana Hidalgo | Formato: 12 x 17 | Encuadernación: Rústica |Páginas: 181 | ISBN: 978-987-1923-57-1 | Precio: 12,50 euros
Mentira
Suele decirse que la verdad siempre triunfa, pero se sabe bien que no es así. Sin embargo, es cierto que la verdad tiene un solo modo de ser tal, mientras que, por el contrario, la mentira es susceptible de una infinidad de combinaciones. Esta nunca es igual a sí misma: inunda, desborda, se multiplica en cientos de figuras diferentes, se insinúa -como se vuelve cada vez más evidente- en todos los mecanismos de la sociedad. Disponible en sus múltiples formas, incluso las más insólitas, la mentira encuentra constantes confirmaciones de su amplísima difusión. Imaginando que en el mundo domine la mentira, las insidias que a diario acosan a la verdad -en el discurso público, en la política, en la propia capacidad de razonar con honestidad- emanan de ella con una fuerza que tiende a sacudir las bases de la convivencia civil. Franca D’Agostini articula un magistral análisis de sus entresijos con ese afilado y certero instrumento que es la lógica, explicando cómo se origina, en qué formas se presenta y cómo puede ser reconocida. Su libro dice algunas verdades esenciales acerca de la mentira, y lo hace con una lucidez y una nitidez ejemplares.
EXORDIO
De la verdad a la mentira
Nunca como en este período se le ha prestado al concepto de verdad tanta atención en el campo de la filosofía y en el debate público. En el campo de la filosofía, ha observado Michael Lynch, «ha habido en los últimos años un verdadero boom de los estudios sobra la verdad», entre libros, artículos, congresos, talleres y conferencias. Tal vez, la década 2002-2012 podría ser llamada truth decade [la década de la verdad], del mismo modo que la anterior (los años noventa) fue denominada brain decade, la década del cerebro. En la esfera pública, un caso emblemático se puso de manifiesto en la época de la primera elección de George W. Bush en la Casa Blanca, cuando los republicanos conservadores se autoproclamaron defensores de la verdad, contra el «relativismo» de los intelectuales demócratas. Desde entonces, la frecuencia con que se invoca la verdad ha aumentado enormemente. En Italia, en particular, esta misma apelación ha funcionado en sentido contrario, para favorecer la caída del gobierno de derecha: intelectuales y periodistas como Franco Cordero, Giuseppe D’Avanzo, Barbara Spinelli, Marco Travaglio han puesto en acción de manera sistemática las razones de la verdad violentada, contra el primer ministro italiano. Más en general, la propia palabra «verdad», que en el pasado se consideraba exclusiva de metafísicos y religiosos, aparece cada vez más a menudo en el habla común y en los discursos de los políticos.
Si uno se pregunta la razón de todo esto, en el fondo es fácil responder. En una sociedad hiperinformada e hipercomunicativa (cf. § 4.4), aumenta la cantidad de informaciones verdaderas disponibles, y aumenta también la cantidad de mentiras, porque los controles se dificultan cada vez más y porque basta con poseer el medio, es decir, buenos recursos comunicativos, para disponer del mensaje (y por lo tanto manipular, engañar, usar a la comunidad y a los individuos en beneficio propio).