
Los que sueñan el sueño dorado
Joan Didion
Joan Didion es una de las cronistas fundamentales de la segunda mitad del siglo xx. En una edición a cargo de Claudio López de Lamadrid, Los que sueñan el sueño dorado reúne por primera vez en castellano una selección de artículos y ensayos de sus libros Arrastrarse hacia Belén, un clásico moderno sobre la vida en la Norteamérica de los años sesenta y especialmente sobre el centro de la contracultura, California; El álbum blanco, un mosaico de los años sesenta y setenta que incluye episodios vagamente autobiográficos; Después de Henry, donde Joan Didion nos advierte sobre las fantasías que los medios de comunicación construyen en torno a las víctimas de crímenes violentos; Salvador, que dibuja un retrato de los horrores cometidos en ese país y su estrecha relación con la política exterior de Estados Unidos, y Miami, donde reflexiona acerca de la inmigración y el exilio, y la pasión, la hipocresía y la violencia políticas. Todos ellos conforman una visión crítica y literaria fundamental para entender la sociedad norteamericana actual.
COMIENZO DEL LIBRO
Esta es una historia de amor y de muerte en la tierra dorada, y empieza hablando del paisaje mismo. El Valle de San Bernardino queda solo a una hora al este de Los Ángeles, saliendo por la autopista de San Bernardino, pero en cierta manera es un lugar foráneo: no es la California costera con sus crepúsculos subtropicales y sus brisas suaves procedentes del Pacíf ico, sino una California más áspera, hechizada por el Mojave, que se extiende justo al otro lado de las montañas, y devastada por el viento tórrido y seco de Santa Ana, que se cuela por los pasos de las montañas a más de ciento cincuenta kilómetros por hora y aúlla en las barreras de eucaliptos y te crispa los nervios. Octubre es el peor mes para el viento, el mes en que cuesta respirar y las colinas se incendian de forma espontánea. Lleva sin llover desde abril. Cuando uno habla, parece que grite. Es la época del año en que el viento trae los suicidios y los divorcios y una sensación de espanto.