Ficha técnica
Título: Lágrimas y santos | Autor: Emil Cioran | Prólogo: Christian Santacroce | Traducción: Christian Santacroce | Editorial: Hermida Editores | Colección: El Jardín de Epicuro – No Ficción | Formato: 14 x 21,5 cm | Páginas: 200 | ISBN: 9788494664755 | Fecha: sept-2017 | Precio: 17,90 euros
Lágrimas y santos
Emil Cioran
Por primera vez los lectores en español pueden acceder a la versión íntegra de Lágrimas y santos. La versión española que se leía hasta la fecha no se basa realmente en el texto original, sino en la traducción francesa, una reelaboración reducida realizada por Sanda Stolojan en los años ochenta, quien, como ella misma reconoció, tuvo que someterse a las censuras que el propio Cioran se empeñó en aplicar al libro pensando en el público francés: «il faut penser à nos lecteurs païens», alegaba el autor, según cuenta Stolojan en su correspondencia con Noica.
Cioran lamentó posteriormente haber desvirtuado el espíritu del libro de esa manera y más tratándose, como afirma en su entrevista con Lea Vergine, del mejor libro que había escrito en rumano.
La publicación en 1937 de Lágrimas y santos desató duras críticas entre los miembros de su generación. La excepción fue Jeni Acterian, que supo comprender «el drama que se ocultaba tras la vitrina de impertinencias y provocaciones» que conforman esta obra.
La explicación del acercamiento de Cioran a la mística y a la santidad, ha de buscarse en las vivencias extremas que padeció durante su juventud, ligadas a sus terribles crisis de insomnio, y muy particularmente en las repetidas experiencias extáticas que el autor confiesa haber conocido, con especial incidencia, durante su estancia en Alemania, entre 1933 y 1935.
La prensa ha dicho:
«Cioran y Dios, juntos en las librerías. Se publica la versión íntegra en español de ‘Lágrimas y santos’, el gran libro del escritor y pensador rumano sobre la religión». Borja Hermoso, El País
«Los párrafos que abordan el éxtasis y el vacío se suceden en una amalgama expresiva fabulosa en una edición (traducida por Christian Sanatacroce) muy relevante porque es la primera vez que se ofrece íntegra y original, pues solo había aparecido en extractos mediante una antología aparecida en los años ochenta que, además, Cioran censuró en parte. En realidad, este su cuarto libro se publicaría con polémica en su momento; salvo alguna excepción, lo enfrentó a la crítica y hasta a sus familiares. Ya lo dijo Cioran hablando de esos «dichosos libros… Me han costado muchísimo. Cada uno de mis libros ha sido una prueba, un martirio»». Toni Montesinos, La Razón
«De lágrimas y de santos es un libro breve, pero sus apuntes y aforismos pueden leerse como una suma de sus alegaciones contra Dios. Su prosa afiebrada e insomne pretende ser un grito que despierte a una humanidad aletargada por dos mil años de sueños y mitos. Su ateísmo no se conforma con negar a Dios. Su intención es ajusticiarlo, defenestrarlo, borrarlo de la memoria colectiva. Su vehemencia no excluye el humor, pero en su tono yo no reconozco la elegancia de los libertinos, ni la furia de un bárbaro, sino el dolor del ángel caído, que se consuela escuchando a Bach, donde advierte un eco del paraíso». Rafael Narbona, El Cultural
«Narcóticos contra el siglo XXI: «Lágrimas y santos»». Jordi Soler, Milenio
«Escrita tres años después de En las cimas de la desesperación, Lágrimas y santos es una expresión del Cioran escindido entre el deseo de transcendencia, la búsqueda de lo absoluto y el escepticismo nihilista». Santos Domínguez, En un bosque extranjero
«De igual forma que para disfrutar de obra de Nietzsche no tenemos necesariamente que adherirnos a su filosofía, igualmente para gozar de Cioran no hay por qué compartir su tétrica visión de la vida. Filósofo de la desesperanza y la amargura nunca deja indiferente. Su lectura es provocativa y estimulante, repulsiva y seductora, poética y filosófica. Una lectura extraordinariamente provechosa e inolvidable». Libros de Cíbola
«Escritos sobre el vacío, Emil Cioran».Manuel Gregorio González, Diario de Sevilla
«Teniendo en cuenta que la vida es la recuperación del recuerdo de una existencia previa a nuestro nacimiento, lo que diferencia la vida de los santos de la del resto de los humanos es que en aquéllos el recuerdo está ligado a Dios». Joan Flores Constans, Je dis ce que j’en sens
«Se publica en español una de sus obras cumbre, a pesar de no ser de las más conocidas … En este libro Cioran iguala, si no supera, con sus infinitas armas intelectuales y literarias, la fuerza de un Nietzsche, el ingenio de un Montaigne, la hondura de un Baudelaire o la ironía de un Schopenhauer». Carlos Javier González Serrano, El vuelo de la lechuza
«Un libro que merecía esta cuidada edición y traducción, y que vuelve a situar a Cioran, un pensador a contrapelo y tan difícil como nutritivo, en el panorama intelectual español». Mundo Crítico
«El escritor rumano siempre ha elaborado sus textos como una forma de comunicación espiritualizada con ese otro que nos mueve y conmueve, con el invisible interlocutor trascendente de que se han servido las religiones para elaborar sus principios de vínculo con lo sagrado, con lo distinto, con todos los significados de la vida que está más allá del mundo inmediato, real, concreto. En ese sentido el escritor actúa al modo de un hombre primitivo en el sentido ontológico del término». Ricardo Martínez Conde, Entreletras
PRÓLOGO
«Je me vois, à Braşov, dans cette maison juchée sur la colline,
je me vois plongé dans la vie des saints!».
Cioran, Cahiers, p. 967.
Cioran escribe Lágrimas y santos entre 1936 y 1937, durante el año que pasa en Braşov como profesor de filosofía y lógica en el actual Colegio Nacional Andrei Şaguna. El nombre de Cioran era por entonces conocido. Su primer libro, Pe culmile disperării (En las cimas de la desesperación), había aparecido en 1934, tras obtener el premio que la Fundación para la Literatura y el Arte Rey Carol II comenzaba a otorgar ese año a jóvenes autores inéditos(1). Su segundo libro, Cartea amăgirilor (El libro de las ilusiones), se había publicado en mayo de 1936, y Schimbarea la faţă a României (La transfiguración de Rumanía) lo haría a finales de ese mismo año. Por lo demás, desde 1931 sus fulgurantes ensayos habían ido sembrando las páginas de algunas de las publicaciones más importantes de la época, como el diario Vremea.
A su llegada a Braşov, pocos días antes de dar comienzo el curso, Cioran se instala provisionalmente en el hotel Coroana, alquilando poco después una habitación separada en la planta baja de una villa situada en Livada Poştii, entonces propiedad del poeta tradicionalista Ioan Alexandru Bran-Lemeny (1886-1954), quien en 1916 había publicado un poemario curiosamente titulado Lacrimi şi clocot (Lágrimas y agitación). Una cama, un armario, una mesa y un par de sillas componen el mobiliario del cuarto. En una de las esquinas, una estufa de leña. Las ventanas dan a los jardines y a las montañas. Desde allí Cioran contempla el paisaje, enfrentándose diariamente a ese abeto que se yergue frente a la casa como una evidencia de la vida contra sí misma. Más de una vez, en el fluir de los años, estos motivos resurgirían emotivamente en su memoria: «De pronto, la imagen de ese abeto del que había perdido completamente el recuerdo se me ha aparecido con una extraordinaria nitidez»,(2) leemos en una nota de enero de 1972. Es por entonces cuando el conflicto que sacude interiormente su existencia («la vida no es sino una constante crisis religiosa, superficial en los creyentes, perturbadora en los que dudan») parece alcanzar su punto culminante. Es en esa villa encaramada donde Cioran escribe Lágrimas y santos, sumergiéndose durante un año entero en la lectura de los místicos, en las vidas de los santos, y en Shakespeare.
__________________
1. Ese año reciben también el premio ex aequo Eugen Ionescu (Eugène Ionesco) y Constantin Noica.
2. Cioran. Cahiers, 1957-1972. Gallimard, París, 1997, p. 968.