La transición militar

Narcís Serra

EDITORIAL DEBATE 

Reflexiones en torno a la reforma democrática de las fuerzas armadas. Una cuestión fundamental en la organización de cualquier sociedad es su relación con el estamento militar, aquella fórmula clásica de «¿quién vigila al vigilante?». Como ministro de Defensa entre 1982 y 1991, Narcís Serra tuvo que afrontar este tema en unas circunstancias muy delicadas, con la transición a la democracia aún inconclusa y un ejército recién salido del golpe de Estado del 23-F. De esa experiencia y de la posterior reflexión sobre los asuntos militares nace este libro, donde un profundo conocimiento de los autores que han estudiado los procesos de transición militar, el control civil de las fuerzas armadas o la llamada «autonomía militar» se une a esa extraordinaria experiencia práctica que culminó con brillantez la democratización y normalización del ejército español. Una obra imprescindible para entender cómo se logró resolver una de las cuestiones más delicadas de la reciente historia española.

1. El estudio de la transición a la democracia

En este capítulo examinaremos algunos de los estudios que se han realizado en los últimos veinte años en materia de transiciones desde regímenes autoritarios y en el de las relaciones civiles-militares a fin de discutir algunos enfoques y definiciones, de transición y de consolidación, para poder adaptarlos más adelante al caso español y a la experiencia que hemos ido acumulando en este país. No es mi intención determinar cuál es la teoría que mejor explica el proceso de transformaciones políticas que se fue generando en España a partir de la muerte del general Francisco Franco, sino realizar el análisis de las políticas adecuadas para favorecer una transición democrática en el ámbito del control militar. Pero un enfoque normativo para ser eficaz exige un conocimiento del proceso que quiere impulsar o controlar. Por ello no podemos limitarnos a reflexionar sobre la adecuación de las políticas y medidas tomadas en materia de defensa durante el proceso de transición. En este primer capítulo intentaré revisar algunos de los muchos avances que se han producido en esta materia que algunos han bautizado como «transitología», lo cual nos permitirá integrar las propuestas propias del ámbito del control militar con una visión más general del proceso que nos ha llevado a la democracia. Deseo también sentar las bases para que podamos examinar si la experiencia española, junto con el análisis de procesos de reforma en otros países, puede brindar un esquema de actuación política aplicable a otros procesos de transición en curso, aunque ninguno sea estrictamente comparable.

Basta una ojeada al gran número de países que en los últimos veinticinco años han podido superar regímenes autoritarios para explicar por qué estos procesos han sido objeto de tanta atención por parte de la ciencia política. Si tomamos 1974, el año de la revolución de los claveles, como arranque de la tercera ola de democratizaciones, hemos pasado de una situación en la que existían 145 países, de los que sólo 39 eran democracias, es decir, un 26,9 por ciento, a un balance claramente distinto: en 1997 existían en el mundo 191 países, de los cuales 117 eran democracias, el 61,3 por ciento.1 De hecho, desde 1974 a 1999 cayeron 85 regímenes autoritarios y 30 de ellos se han convertido en democracias estables, 34 son hoy nuevos regímenes autoritarios y los 21 restantes son pseudodemocracias o países que han caído en manos de distintos señores de la guerra.2 Estamos, pues, ante un fenómeno nuevo y de amplias proporciones que, inevitable y afortunadamente, ha atraído la atención de estudiosos de las distintas ciencias sociales.

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