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Ficha técnica

Título: La querella oculta. Jeff Wall y la crítica de la neovanguardia | Autor: Víctor del Río | Editorial: El Desvelo | Dimensiones: 150 x 210 mm | Encuadernación: Rústica | Páginas: 96 | ISBN: 978-84-938663-8-9  | Precio: 17.50 euros

La querella oculta

Víctor del Río

EL DESVELO

Jeff Wall. La querella oculta consta de una extensa entrevista con uno de los artistas contemporáneos más importantes de los últimos años y de un ensayo de Víctor del Río sobre su obra a partir de este encuentro mantenido en Vancouver, Canadá. Tanto en el ensayo como en la entrevista se desgrana la posición de Jeff Wall, un artista decisivo en el polémico y complejo mundo de la creación contemporánea. Se trata por ello de un documento de gran valor para la historia del arte reciente así como un testimonio directo sobre el proceso creativo del padre de la denominada «fotografía escenificada».

Probablemente Jeff Wall sea uno de los artistas contemporáneos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI. Al margen de su obvia influencia en el uso de la fotografía por parte de innumerables artistas más jóvenes, su trayectoria ha sedimentado un imaginario propio. La serie de obras, no especialmente numerosas, pero creadas como cuadros al modo de los antiguos maestros, le sitúa entre las referencias fundacionales de algunas poéticas contemporáneas. Entre sus aportaciones más conocidas se encuentra sin duda la inauguración de una peculiar forma de crear fotografías escenificadas que se reproducen en grandes formatos y, con frecuencia, sobre el soporte de cajas de luz. Desde 1978 viene realizando este tipo de obra que se presenta como una respuesta a los planteamientos del arte conceptual en el que militó a principios de los 70. Además de las numerosas exposiciones internacionales en las que ha sido mostrada su obra, las retrospectivas que le dedican la Tate Modern de Londres, en 2005, y el MOMA de Nueva York, en 2007, le reconocen como una referencia ineludible en el destino del arte contemporáneo.

La conversación

Parte I

Como artista activo en la génesis de la neovanguardia me interesaría tratar la relación entre tu propia obra y aquel momento. Sheena Wagsta! dijo en su conferencia de presentación de la exposición retrospectiva en la Tate Modern que intentó incluir algunas páginas de Landscape Manual (1972) en la exposición pero, según explicó ella, decidiste iniciar la línea cronológica de la exposición en 1978 con The destroyed room. Sin embargo, el Catalogue raisonné incluye una obra titulada After LandscapeMannual, 2003 [3], que es una nueva versión de una de las fotografías de la obra original. Parece una declaración irónica sobre ese pasado conceptual, que ahora forma parte de la historia del arte. ¿Qué tipo de relación tienes con esta obra desde el primer enfoque conceptual?

No quería mostrar mi obra temprana en esa exposición porque antes de hacer el tipo de fotografía que llevo haciendo desde los años 70 estaba intentando encontrar mi camino. Hice muchas cosas: pintura, escultura, intenté hacer películas. Me hallaba en una búsqueda pero nada de eso fue realmente decisivo y la mayor parte no tiene ningún interés. Puedo suponer que tendría interés para unos cuantos estudiosos, pero para el resto no tiene consecuencias. Pero dentro de The Landscape Manual, [4] el libro, hay muchas fotografías y algunas de ellas son buenas. Se me solicitó una donación para una causa benéfica aquí en Vancouver, así que hice una impresión de uno de los negativos originales que tenía y la llamé After Landscape Manual. Landscape Manual no es una buena obra en sí misma; es como un experimento y por tanto no lo considero importante. Permití que saliera la fotografía, en primer lugar, para ayudar a recaudar algo de dinero. Y, después, porque pensé que tendría alguna relevancia en aquel contexto. Y porque pienso que la imagen se sostiene por sí sola.

Comprendo que quizá pudieras no estar satisfecho con la obra pero, si uno lee el texto, todo lo que dice ahí es muy iluminador sobre tu obra después de este período.

Eso me dice la gente, pero no lo he leído ¡y no quiero hacerlo!

Es como el diario de un cineasta…

Tiene muchas cosas. Y pienso que es evidente que está influida por A tour of the Monuments of Passaic de Smithson. También me influyeron algunos de los libritos que William Burroughs escribió en aquellos momentos, y también estaba muy interesado en Breton y su obra narrativa Nadja, debido a la relación entre la narrativa personal y las fotografías. Podrían considerarse como un modelo para mí en aquel momento y por entonces escribir parecía necesario. Yo tenía veintidós años, así que simplemente estaba intentando experimentar con lo nuevo. Pero al mismo tiempo mis fuentes y referencias de aquel entonces eran, creo, bastante sofisticadas: Duchamp, Breton, Atget, Smithson, Burroughs. Aunque pienso que es una obra fallida y no me interesa, sé que no estaba mal para un artista muy joven. Probablemente debería haber sido el número uno en el Catalogue raisonné. El problema era que si se incluía eso habría tenido que incluir otras cosas que considero no eran tan malas, y no quería enredarme en ello, al menos en ese momento.

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]

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Víctor del Río

Víctor del Río es profesor de Teorías Artísticas de la modernidad y Teoría del Arte Contemporáneo en la Universidad de Salamanca. Integra el equipo docente del Máster de Estudios Avanzados en Filosofía que comparten las Universidades de Salamanca, Valladolid, León y Burgos. Autor de Fotografía objeto. La superación de la estética del documento, Ediciones Universidad de Salamanca (2008), y de Factografía. Vanguardia y comunicación de masas, Abada (2010), así como editor de varias obras colectivas. Forma parte del comité asesor del MUSAC desde el 2009 y es crítico de arte en El Cultural del diario El Mundo. Colaborador habitual de varias revistas especializadas en las que se ha desarrollado su labor ensayística en el terreno de la estética y la teoría de las artes. Además de las conferencias.

Obras asociadas
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