Ficha técnica
Título: Islas flotantes | Autora: Joyce Mansour | Editorial: Periférica | Colección: Largo recorrido | Nº páginas: 120 | Traducción: Anton Io Anson | Precio: 16,50 euros | ISBN: 978-84-92865-61-1
Islas flotantes
Joyce Mansour
No es ésta una novela «fácil»: algunos lectores podrían sentirse agredidos por tanto sexo y tan explícito; y otros, por la manera tan cruda de mostrar enfermedades y hospitales. Pero Islas flotantes satisfará a muchos otros lectores por esas mismas cuestiones: por cómo muestra el sexo y por cómo muestra la enfermedad. Sin tapujos, sin eufemismos. Y con una prosa tan apabullante como extraordinaria.
¿Qué hace la narradora visitando a su padre en un hospital de Ginebra? ¿Por qué ella misma es ingresada a continuación en ese mismo hospital? Este libro está lleno de preguntas, de sueños, pesadillas y fantasías. Lo grotesco se mezcla con lo poético en cada fragmento, en cada secuencia: una sucesión de «islas narrativas» (según las llamara la propia autora, que eligió como título el de un famoso postre) llenas tanto de humor negro como de un erotismo crudo. El placer y el dolor como
cara y cruz de la moneda de la vida.
Cada época ha tenido su enfermedad, y cada enfermedad, sus escritores. Boccacio y la peste, Baudelaire y el mal francés; la tuberculosis y Thomas Mann, el sida y Hervé Guibert. Islas flotantes es una novela sobre el cáncer, descrito en su más desnuda presencia, con sus tubos, sus hospitales y enfermeras, su olor a lejía y orines, su muerte sucia.
Comienzo del libro
VARIACIONES MANSOUR
Reservada y huidiza con respecto a su vida privada, de la que se conocen bien pocas cosas, no se molestó en desmentir equívocos y falsas pistas. En su biografía Une étrange demoiselle, Marie-Laure Missir hace un alarde de investigación para dejarnos unos pocos retazos que apenas nos permiten formarnos una idea de quién fue esta extraordinaria escritora y enigmática mujer. Une étrange demoiselle tiene más de biografía literaria que de estricta semblanza biográfica.
Nos cuenta que sus padres eran judíos sefarditas, y que hablaban sefardí, nos cuenta que Joyce recibió su educación en inglés, vivió su infancia en El Cairo y estuvo casada dos veces.
Su feliz primer matrimonio, con Henri Naggar, joven de familia acomodada, duró apenas un año, como consecuencia de un cáncer devastador. Posteriormente se casó con Sami Mansour, de quien tomó el apellido con el que firmará sus libros.