Hotel luz de crimen

Werner Kofler

EDICIONES DEL SUBSUELO

En Hotel Luz de crimen, segundo volumen de su «Trilogía alpina», Werner Kofler juega al gato y al ratón con el lector a lo largo de «tres prosas», aparentemente independientes.

En la primera, «Conjeturas de la Reina de la Noche», Kofler narra la suerte reservada a seis cantantes de La flauta mágica durante el período nazi de manera formalmente bastante clásica.

En la segunda parte, «Hotel Luz de crimen», un narrador psíquicamente perturbado intenta reconstruir por medio de oomunicados contradictorios de los medios, un crimen que él ha cometido. Estas «ficciones» periodísticas, presentadas como informes fidedignos de la realidad, harán estallar el Yo, bastante maltrecho, del asesino.

En la tercera, titulada «Autoobservación encubierta», Kofler sigue a un escritor alojado en la Casa de la Literatura de Berlín y observado por el narrador, una especie de detective, desde una habitación de hotel situada al otro lado de la calle. Kofler subvierte esta situación, explícitamente inspirada en La ventana indiscreta de Hitchcock, para convertir al observado y al observador en una sola persona.
 

Conjeturas acerca de
la Reina de la Noche 

Los barracones de los dos campos se encuentran junto a las entradas de las galerías, a este y al otro lado de la cordillera, junto al antiguo desfiladero. El campo situado a la entrada norte del futuro túnel es más pequeño que el situado a la entrada sur. En el campo sur están las oficinas de la comandancia, el comandante del campo sur es el superior del comandante del campo norte; dicho oficial, por tanto el comandante propiamente dicho del campo, se llama Winkler, y es temido por su severidad. El correo, los víveres y demás provisiones, y también los nuevos internos, llegan a través del pueblo de Neumarktl, punto final de una línea férrea, abajo, en el valle. Los guardias intercambian con los campesinos jabón y colchones por aguardiente. A veces, por las noches, los presos son perseguidos con perros más allá del límite del campo, para ser después abatidos por la espalda durante su huida. 

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En Praga, durante una puesta en escena de La flauta mágica, puede que haga de esto cincuenta años, la Reina de la Noche desapareció en el foso junto con los suyos, después de un fallido intento en escena de penetrar en el templo de la deidad solar y, según la Guía de la Ópera, arrastrada por el trueno y el rayo a las eternas tinieblas… En un ensayo de la misma ópera en Breslau, la Reina de la Noche desapareció entre fuego y humo, según se indicaba en el programa, para ser entregada a la condenación, haciendo mutis por el foro por el lado derecho seguida de Monóstatos y las tres damas…

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