
Ficha técnica
Título: Historias desde la cadena de montaje | Autor: Ben Hamper | Presentación: Michael Moore | Traducción: Lucía Barahona | Editorial: Capitan Swing | Páginas: 312 | Género: Novela | Formato: 14×22 | Encuadernación: Rústica con solapas | ISBN: 978-84-942213-4-7 | Precio: 19,00 euros
Historias desde la cadena de montaje
Ben Hamper
Desde Hunter S. Thompson no había aparecido un escritor americano capaz de generar la explosión rebosante de verdad y cruda realidad a la que Ben Hamper da rienda suelta en este recorrido a través de la panza de la gran bestia industrial de los EE.UU.
Mediante una prosa pura y sin concesiones de ningún tipo, Hamper, también conocido como «Rivethead», un ex remachador de la cadena de montaje de la fábrica de camionetas y autobuses de General Motors, y cuyos artículos para Esquire, Harper’s y Mother Jones obtuvieron un reconocimiento literario excepcional, nos conduce a lo largo de su delirante carrera como obrero automotriz trastornado: de ofrecerse para trabajar turnos dobles a beber y atiborrarse de todo tipo de drogas, pasando por el plan de control de calidad de General Motors (basado en un Gato de Calidad gigante que se paseaba por toda la cadena) hasta los personajes a lo gonzo que fueron compañeros de Hamper. Estamos ante una historia extraordinaria, hilarante y trágica al mismo tiempo, de unos seres humanos atrapados en un inframundo de ruido asfixiante, aburrimiento y disparate.
Prólogo
MICHAEL MOORE
Mi relación con Ben Hamper ha provocado que me despidieran de mi trabajo, me demandaran por calumnia, que perdiera toda posibilidad de ser amigo de mi héroe Bruce Springsteen, y ahora además me fuerzan a que escriba este maldito prólogo para poder quedarme con mi gorra de béisbol favorita. Aunque en realidad se trata de la gorra favorita de Ben, solo que ahora que medio mundo me ha visto llevándola en Roger & Me, y como el propietario siempre tiene razón, hemos llegado al acuerdo de que será oficialmente mía si escribo este prólogo.
Permitidme que retroceda un momento…
La primera vez que oí hablar de Ben Hamper fue poco después del asesinato de John Lennon. Una columnista del Flint Journal, el periodicucho de nuestra ciudad (Flint, Michigan), había escrito que, teniendo en cuenta toda la rebeldía que Lennon había causado, su muerte en realidad era una cosa positiva para el país. Continuaba su arenga diciendo que, de no haber sido por él y por los Beatles, la gente de nuestra generación habría sido más decente y habría habido más ingenieros y abogados. Y entonces un tal Hamper escribió al Flint Journal diciendo: «Yo me gano la vida apretando tornillos en una fábrica y, como ferviente seguidor de Lennon, de pronto me siento abrumado al saber que, si hubiera evitado la música del muy sinvergüenza, podría haber triunfado en alguna noble vocación».
Pensé en tratar de encontrar al tal Hamper para ver si quería escribir en el periódico alternativo y quincenal que yo dirigía, el Flint Voice. Pero la idea no llegó a materializarse y pasaron otros seis meses antes de que llegara a la redacción una crítica no solicitada de un disco, que Ben envió junto a una nota en la que decía que podíamos publicarla si queríamos. Se trataba de una crítica de un párrafo de longitud tan fastuosamente enferma que lo llamé de inmediato para hablarle de futuros artículos.