Ficha técnica
Título: El club de los pirómanos | Autor: Brock Clarke | Editorial: Duomo | Colección: Nefelibata | Traducción: Juan José Estrella | Páginas: 368 | PVP:18 | ISBN: 978 84 93703 05 9
El club de los pirómanos
Brock Clarke
Lo último que imaginaba el adolescente Sam, cuando fascinado por las historias de su madre se introduce en la casa de Emily Dickinson, es que terminaría provocando un incendio que acabaría no solo con el venerado museo, sino también con la vida de un incauto matrimonio de profesores que aprovechaban unas horas de soledad para dar rienda suelta a su pasión en la vieja cama de la escritora. Tras pasar diez años en una cárcel de baja seguridad entre tiburones de Wall Street, Sam decide rehacer su vida. Rechazado por su entorno, ingresa en la universidad donde se decanta por la fascinante carrera en Ciencias del Envasado, tras desestimar por absurdos los estudios de Filología Inglesa. Allí se enamora, se casa y tiene dos niños adorables.
Su vida transcurre en la sencilla felicidad doméstica de una urbanización en «donde el silencio era tal que nadie se atrevía a cortarse las uñas en el porche delantero por si el ruido molestaba a algún vecino» Pero repentinamente el pasado llama a su puerta y cuando las casas de Robert Frost, Edith Wharton, Mark Twain y Nathaniel Hawthorne empiezan a arder, Sam se convierte en el principal sospechoso…
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Yo, Sam Pulsifer, soy el hombre que incendió sin querer la casa museo de Emily Dickinson en Amherst, Massachusetts, y el que, como consecuencia de ello, mató a dos personas, por lo que pasé diez años en la cárcel y por lo que, según leo en cartas de alumnos de Literatura Norteamericana, seguiré pagando un alto precio en un futuro no demasiado halagüeño. Esta historia ha llegado a ser bastante conocida en el ámbito local, y no abundaré en ella. Tal vez baste con decir que, en el podio de las grandes desgracias, de las horribles tragedias que han tenido lugar en Massachusetts, primero están los Kennedy, después viene la famosa parricida Lizzie Borden y su hacha, a continuación figura la quema de las brujas de Salem, y luego ya aparezco yo.