
Ficha técnica
Título: Cuando los dioses bajaron a Varsovia y alrededores. Baladina y Romances | Autor: Ignacy Karpowicz | Traducción: Francisco Javier Villaverde González | Editorial: Rayo Verde | Colección: Rayos Globulares | ISBN: 978-84-16689-01-9 | Fecha: julio-2016 | Páginas: 618 | Precio: 24 euros
Cuando los dioses bajaron a Varsovia y alrededores
Ignacy Karpowicz
La humanidad ha abandonado a los dioses y ha buscado refugio en la cultura pop. Sin éxito. La gente se encuentra aislada, y perdió tiempo atrás la fe en el destino, la esperanza… deja pasar los días consumida por la apatía y el aburrimiento… Hasta que los dioses entran en acción. Caídos del cielo, ¿se las apañarán Afrodita, Jesús, Osiris, Lucifer y el resto para restablecer el viejo orden?
Con su brillante estructura y mezcla de formas narrativas, esta novela de Ignacy Karpowicz se convierte en un tratado irónico sobre la posmodernidad en un país poscomunista. Impactante y estremecedora, provocativa y blasfema, Cuando los dioses bajaron a Varsovia y alrededores esquiva tramas preformuladas para llevar a sus personajes en las direcciones más inesperadas.
Prensa
«He leído esta novela como una narración sobre el proceso humano continuo de la creación de dioses. La novela más retorcida de la primera década del siglo XXI – la visión narrativa de un mundo donde los dioses descienden para delimitar la imaginación.» Przemyslaw Czapliński
«Una vez más Karpowicz nos captiva con su ironía e intensidad estilística.» Culture.pl
«Ignacy Karpowicz no tiene miedo. Por eso ha escrito una novela verdaderamente desvergonzada. Pero bajo el resplandor, la ironía y el desorden dormita la historia de un amor indecente, irreal. Que se extiende. Y lo puedes tocar.» Agnieszka Wolny-Hamkało
«Inteligente, irónica y erudita – típica de Karpowicz. Un trabajo particularmente intrigante». Robert Maciej, Życie Warszawy
CAPÍTULO PRIMERO
Galleta China
Me llamo Galleta China. Estoy compuesta de harina, azúcar, huevo, aceite, aroma de vainilla, una pizca de sal, almendras peladas y sabiduría. Primero hay que amasarme hasta lograr una pasta consistente que a continuación se debe extender.
Luego se recorta un trozo cuadrado, en el centro del cual se coloca una almendra y un papelito con una sentencia. Se unen las cuatro esquinas en lo alto y se hornea durante veinte minutos a unos doscientos grados Celsius (extender antes un poco de aceite sobre la plancha del horno), hasta que se dore. Servir en frío. Ideal después de comer pato (a la pequinesa).
Soy poco nutritiva y no demasiado sabrosa, pero eso no tiene la menor importancia pues en mi interior porto sabiduría.
La sabiduría se compone de una fina tira de papel en la cual hay letras. Normalmente la tira de papel está untada con grasa, ya que de lo contrario podría quemarse en el horno.
Al principio aparecía como curiosidad en bares y restaurantes.
Ahora estoy en todas partes, he contaminado el planeta entero. Soy muy tóxica y mordaz. Me transmito por vía aérea, sexual, por la conversación, por una transfusión, en el confesionario…
De cualquier forma, igual que el Espíritu Santo.
La sabiduría de mi interior se ha apoderado del mundo, estoy en las novelas de tapa blanda y en las de tapa dura, en los discursos de los políticos, en las declaraciones de los líderes religiosos. En realidad no creo que quede ningún sitio donde aún no esté.
A un trabajo liviano le sucede un descanso pesado. El alma es como una vela: su llama se puede apagar, pero ella sigue existiendo. El arroyo que cambia su curso, ya no regresa a su antiguo lecho. Eres como una pupila cerrada que tiene la ilusión de encontrar un rayo de luz en medio de la oscuridad.
Éstas son sólo algunas de mis representaciones, pero hay toda una legión de yos, una legión de sabiduría, ya es imposible exterminarme, la gente cree en mí, todos me repiten, he vencido. Soy un best seller. Me he extendido por el planeta entero, como la mierda. .Oís ese chapoteo? Soy yo. Un nuevo diluvio. Me llamo Galleta China. A su servicio.