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Ficha técnica

Título: Crítica de la razón pura | Autor: Immanuel Kant | Editorial: Taurus | Colección: Taurus Pensamiento  | Publicación: 16/10/2013 | Formato: 15 x 24  | Encuadernación: Rústica   | ISBN: 9788430607099 | Precio: 21,50 euros | Ebook: 9,99 euros

Crítica de la razón pura

TAURUS

Reedición revisada de un clásico imprescindible de la filosofía

Si hay un filósofo que representa lo que ha sido la Ilustración, éste es sin duda Kant y, concretamente, su obra más universal, la Critica de la razón pura. Con este libro emprende una crítica tan sistemática como demoledora a la metafísica o, para mayor exactitud, a los argumentos con que se sostiene la metafísica tradicional. En realidad, la Crítica de la razón pura se presenta como preparación de un riguroso sistema filosófico que Kant no llegó a elaborar. Pero el ejercicio crítico contenido en este libro es una cumbre del esfuerzo intelectual por el rigor, un ejercicio en el que son tan impresionantes los derribos que lleva a cabo como los caminos que abre a la reflexión filosófica. De ahí que siga siendo una permanente e indispensable fuente de ideas que explorar y debatir.

En esta edición, cuidadosamente revisada, se han introducido notables modificaciones respecto de las anteriores, buscando una mayor precisión en el vocabulario, ampliando el índice analítico e incluyendo introducción, cronología y bibliografía nuevas. Como en las ediciones precedentes, se ha tomado como base el texto de la segunda edición original alemana, con importantes modificaciones respecto de la primera. En los márgenes del texto se incluyen las referencias correspondientes a la paginación de las dos ediciones alemanas.

 

Introducción del traductor

Kant, filósofo ilustrado, y la Crítica de la razón pura

 

1. Vida

En la biografía de los grandes hombres de la historia encontramos ejemplos de lo más variado, desde los que nos sorprenden con aventuras sin fin a los que llevan una vida sosegada, sin aparentes saltos o aventuras dignas de figurar en novelas o películas capaces de mantener en vilo al lector o espectador. Kant no es ningún modelo del primer tipo, sino que respondería más bien al segundo, pero conviene recordar que las aventuras o la tensión en una obra es un asunto relativo, ya que hay dramas en los que no hay más escenario de acción que el alma de una persona en cuyo interior se desarrollan luchas que pueden muy bien conllevar una tensión infinita, como saben los lectores de obras como San Manuel Bueno, mártir, de Unamuno.

Aunque no me debo extender aquí en la vida de Kant -bastante extensa es ya la Crítica de la razón pura-, considero imprescindible, para leer y entender a nuestro autor, situarlo históricamente.

Las mentes educadas en la filosofía analítica o la metafísica sistemática suelen atender a la obra del filósofo, a sus argumentos, dejando a un lado su circunstancia. Es verdad que el caso de Kant, un filósofo que ofrece tan gran cantidad de pensamientos, con estructura metódica tan elaborada, es quizá el más propenso a ser considerado sin atender a su vida. La riqueza y complejidad de su obra se prestan a engolfarse en ella olvidando la circunstancia histórica del autor. Como subraya Manfred Kuehn en su ejemplar biografía de Kant, nuestro filósofo es un ilustrado cuya «vida intelectual reflejó los desarrollos especulativos, políticos y científicos más significativos de la época. Sus opiniones son reacciones al clima cultural de su tiempo. La filosofía inglesa y francesa, la ciencia, la literatura, la política y las costumbres formaron el tejido de sus conversaciones cotidianas». Por ello considero muy acertado el estudio histórico que realiza Kuehn, presentando a Kant insertado en la Europa ilustrada del siglo xviii y, más específicamente, en el mundo cultural, social y político de Königsberg. Remito al lector interesado en esa circunstancia histórica de Kant a esta biografía en la que se rompen muchos estereotipos, sobre todo los que se refieren a una pretendida afinidad de Kant con el pietismo o a una especie de vida incolora y plana, muy apartada de la vida social y muy impregnada de religión, imagen propagada por los tres primeros biógrafos (teólogos los tres) de Kant: Borowski, Jachmann y Wasianski, quienes conocieron al filósofo en sus últimos años y nos lo pintaron como una figura gris, digna de la caricatura que después trazó Heine. Veamos unas breves indicaciones sobre sus orígenes y formación.

 

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]

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