Skip to main content

Ficha técnica

Título: Cartas a la hija | Autora: Marie de Rabutin-Chantal. Madame de Sévigné | Traducción y selección:  Laura Freixas | Editorial: Periférica | Páginas: 216 | ISBN: 978-84-18838-41-5 | Precio: 17,50 euros

Cartas a la hija

Marie de Rabutin-Chantal

PERIFÉRICA

 

Las cartas que madame de Sévigné escribió a la condesa de Grignan, su hija, han pasado a la historia por ser una cima absoluta de la literatura epistolar, aún más, de la literatura amorosa. En efecto, la marquesa de Sévigné, viuda de un vividor, vuelca en su hija recién casada un amor filial complejo y anhelante, hasta descubrir –alarmada, por más que Sévigné no sea ninguna beata– que la ama más que a Dios.

Figura destacada en la brillante corte de Luis XIV, ese Grand Siècle en el que coincidieron los espíritus más ingeniosos, esta salonnière, amiga íntima de madame de La Fayette y de François de La Rochefoucauld, brilla por su inteligencia, su ironía, sus pullas y la frescura y gracia de su estilo, por su prosa espontánea y zigzagueante como una conversación.

Las modas, los embarazos que enferman a las mujeres, la querella de los antiguos y los modernos, las murmuraciones de la corte o la fugacidad de la vida, todo lo abarca esta mujer imparable en la vida pública de su tiempo que posee las virtudes analíticas de una psicóloga, el apasionamiento de una novelista y la sagacidad de una filósofa.

De las más de mil cartas que se conservan de madame de Sévigné, la escritora Laura Freixas ha seleccionado y traducido aquellas donde brillan su radical modernidad y la viveza de su estilo, que admiraron, entre otros, Virginia Woolf o Marcel Proust.

 

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]

profile avatar

Marie de Rabutin-Chantal

Marie de Rabutin-Chantal, marquesa de Sévigné, nació en París el 5 de febrero de 1626, descendiente de la aristocracia borgoñesa. Huérfana desde niña, contrajo matrimonio a los dieciocho años con Henri de Sévigné, hombre galante y vividor del que enviudaría muy pronto. A partir de entonces, con dos hijos, su queridísima Françoise-Marguerite, futura condesa de Grignan, y el díscolo Charles, madame de Sévigné vivió la efervescencia intelectual de los salones del Grand Siècle, donde las mujeres administraban la vida cultural. Tras la boda de su hija y su marcha a la Provenza, madame de Sévigné le escribió más de ochocientas cartas que son una de las cumbres de la literatura epistolar de todos los tiempos. Los últimos años de su vida los pasará con su hija en el castillo de Grignan, donde murió de viruela en abril de 1696.

Obras asociadas
Close Menu