
Ficha técnica
Título: Carne picada | Autor: Leonardo Lucarelli |Traducción: Ana Ciurans Ferrándiz | Editorial: Reservoir Books | Colección: Reservoir narrativa | Formato: Tapa dura | Páginas: 320 | Medidas: 158 X 222 mm | ISBN: 9788416195817 | Fecha: jun/2016 | Precio: 20,90 euros | Ebook: 9,99 euros
Carne picada
Lucarelli nos muestra en esta novela la cara oscura, contradictoria y carnal de la gastronomía, un mundo paralelo dominado por el amor y la amistad, las drogas y el sexo, el culto al esfuerzo y la adoración al dinero. Y, desde esa atalaya tan especial, termina revelando un retrato descarnado de toda la sociedad.
Nada que ver con genios mediáticos ni historias de papel cuché. Lo que cuenta aquí Leonardo Lucarelli no va de eso. Esta es la vida de un cocinero de los de verdad. Evocando sus inicios como lavaplatos en un garito de Trastevere hasta llegar a joven chef, Lucarelli nos habla de sí mismo y de las personas que ha conocido en un ámbito que oscila entre la libertad anárquica y la disciplina militar, entre lo legal y lo ilegal, para mostrar qué se cuece más allá de la puerta que da a la sala. Del otro lado hay inmigrantes que cobran su salario en negro, aprendices explotados, ayudantes de cocina cocainómanos, maestros geniales, propietarios ineptos, amistades perdidas por culpa de la presión laboral y el afán de hacer carrera. Todos tienen una historia real.
Reseñas:
«Ahora que ha contado tan bien su educación como cocinero (y como hombre), se le presenta a Lucarelli un nuevo dilema: ¿la escritura como excusa o como destino? Creo que la respuesta correcta es la segunda, porque Carne picada puede leerse como la mejor novela italiana del año.» Antonio d’Orrico, Il Corriere della Sera
«Disfrazada de mirada irreverente y crítica a la trastienda del oficio de chef, esta es sobre todo la historia de una persona, un relato apacible, inteligente y divertido cuyo protagonista resulta ser cocinero. Nada hay aquí de la auto-glorificación que tanto abunda en el gremio. Carne picada se centra en una vida (que transcurre entre fogones) pero también, sobre todo, trata de la vida.» Paola Manfredi, Vanity Fair
[Comienzo del libro]
Uno empieza a trabajar de cocinero porque se le presenta la ocasión; porque de niño, al volver a casa del colegio, estaba solo o, como mucho, con su hermano pequeño; porque en determinado momento creyó que sabía cocinar; porque cuando veía a alguien trajinando en la cocina se le antojaba un héroe contemporáneo, un capitán de fortuna, un sultán y un impostor, y si un impostor podía cocinar, ¿por qué no iba a hacerlo él?
Uno empieza a trabajar de cocinero porque un estudiante que necesita dinero seguramente acabará yendo a parar a un restaurante, y como no está dispuesto a secundar los caprichos de los clientes, mejor ser cocinero que camarero; porque quiere dejarse barba y pelo largo; porque todos los cocineros son unos yonquis y también borrachos, puteros y artistas; porque Orwell también trabajó en una cocina, así que, aunque no logre identificarse con Oldani y Cracco, siempre podrá hacerlo con él; porque en algún momento, antes de que se vuelva difícil, parece fácil y, de hecho, luego vuelve a serlo; porque a los veinte años uno pretende conseguir un empleo y es probable que en una cocina se lo den.
Uno empieza a trabajar de cocinero porque no ha sabido explicar a su madre que lo que ambicionaba de verdad era otra cosa, pero, sobre todo, porque no ha sabido explicárselo a sí mismo; porque ha conocido cocineros simpáticos y legales; porque, al principio, el dinero en negro es más atractivo que un contrato -total, ¿quién te hace ya un contrato?- y, además, le gusta la idea de poder dejar el trabajo en cualquier momento sabiendo que va a encontrar otro inmediatamente; porque, en el fondo, le gusta seguir diciendo que va a dejar de una vez y para siempre ese trabajo de mierda, pero no lo hace nunca; porque no hay que dejar pasar las oportunidades; porque la comida es alimento, pero, sobre todo, felicidad.