Jean-François Fogel
La cita imprescindible del mundo editorial francés se pone en marcha. Es la rentrée. En otras palabras, un caudal de libros supuestamente de literatura que cae sobre lo que queda de la red de librerías en Francia. 676 novelas, incluyendo 210 traducidas de otros idiomas. Entre las novelas francesas hay 91 novelas que corresponden a la primera publicación de sus autores. Para seguir con los números: la producción de títulos es baja, del 7 %, desde la rentrée de 2007 y sus 727 novelas.
Lo más interesante es que hay pocas producciones sobresalientes. No hay mucho que esperar de lo que puedo resumir unos hechos:
– La tirada más amplia (200.000 ejemplares) corresponde a Le fait du prince de la belga Amélie Nothomb. El título se puede traducir por "lo que conviene al príncipe". Si no me equivoco, Nothomb ha publicado un libro cada año desde el año 1992.
– Entre los "grandes" reconocidos como tales por la crítica literaria sólo se notan libros de J. M. G Le Clézio y Yann Queffelec, pero muchos autores tienen buenas conexiones en la prensa con la lógica promesa de reseñas favorables.
– Como siempre, los autores de más peso vienen de fuera y corresponden a traducciones: Thomas Pynchon, Salman Rushdie, David Lodge, Haruki Murakami, Ma Jian.
– Entre los latinos, no hay peces gordos en términos de ventas. Las revistas parecen interesarse en las traducciones de La última hora del último día del mexicano/catalán Jordi Soler (Belfond), El corazón helado de la española Almudena Grandes (J.C. Lattès), El abismo del mundo del español Manuel Rivas (Gallimard), y Ketchup, el retrato de una generación barcelonesa, del catalán Xavier Gual (Au Diable Vauvert).
– La polémica del año, por el momento, es el libro de Christine Angot, Le marché des amants (el mercado de los amantes, casa editorial Le Seuil), que cuenta los amores entre la autora y Doc Gineco, un cantante que tiene gran afición por ciertas hierbas comunes en Jamaica. Fue destrozado en el blog de Pierre Assouline en algo que da el tono de una fiesta salvaje. La pregunta es: ¿basta acostarse con un cantante mulato para tener el tema de una novela?
– Se termina la convivencia entre los premios Femina y Interallie (que se entregaban en el mismo momento con jurados que se concertaban), lo que va a complicar un poco el juego de las presiones entre amigos.
– Lo más notable de todo: no se habla de Michel Houellebecq y esto, sí, es noticia.