Jean-François Fogel
Once escritores empezaron una operación que sólo se puede describir como "hay que salvar al soldado Kundera". La lista de los artistas que defienden al escritor francés (fue naturalizado) de la acusación de haber denunciado a una persona a la policía política de Checoslovaquia en 1950 es formidable:
John M. Coetzee (Premio Nobel)
Jean Daniel
Carlos Fuentes
Gabriel García Márquez (Premio Nobel)
Nadine Gordimer (Premio Nobel)
Juan Goytisolo
Pierre Mertens
Orhan Pamuk (Premio Nobel)
Philip Roth
Salman Rushdie
Jorge Semprun
Aparte de Pierre Mertens, se trata de figuras de primer plano a nivel internacional. Pero tampoco se puede negar que la investigación publicada por el diario El País ha sido formidable para reconstruir un acto que mandó a una persona a trabajar en las minas y vivir detenido durante 14 años. Es un artículo que se lee como una novela. Me parece fenomenal, al final del texto, el infarto cerebral de la víctima de la denuncia poco después de enterarse de una hipótesis sobre la identidad de su delator.
¿Y Kundera qué? Kundera es un escritor extraordinario, pero creo que con esta defensa, muy francesa por supuesto con la referencia a una "campaña de difamación", no se ayuda a defender la inocencia del escritor. Aún más, noto que este escritor francés es presentado ahora en muchos medios de comunicación como un checo. Una manera de decir, después de Faulkner que "El pasado nunca se muere ni siquiera es pasado". Pedir cuentas a Kundera sobre lo que hizo o no hizo a los 20 años es como indignarse de la presencia de Grass en las tropas de élite nazi a los 16. Cuando uno camina por este lado termina por decir que no puede leer a Chateaubriand, pues como aristócrata y monárquico no estaba a favor de la democracia.