Jean-François Fogel
El semanal francés L’Express publica un artículo delicioso sobre un libro que no se puede comprar. O mejor dicho sobre la venta de 100 libros en la casa de subasta Sotheby’s que no incluye a un libro mítico e inalcanzable: el ejemplar de Una temporada en el infierno firmado por su autor, Arthur Rimbaud, para su entonces amante, Paul Verlaine. No hay nada más caro en la literatura moderna. El librito (54 páginas; formato: 18,3 centímetros por 12,4) fue vendido por última vez, en 2006, al precio de 511.424 euros.
Me explico: el 27 de junio de 2007, el coleccionista Pierre Leroy vende 100 libros a través de Sotheby’s. Dentro de esta venta hay puras maravillas: la única fotografía de Rimbaud, el ejemplar de Las flores del mal de Charles Baudelaire con una dedicatoria manuscrita para el pintor Delacroix o manuscritos de Marcel Proust. Pero lo que se espera no estará: Pierre Leroy no vende el libro más caro de la literatura moderna: su ejemplar de Una temporada en el infierno.
Tal como la cuenta el semanal, la historia del libro es fenomenal. Verlaine pierde el libro “tomado” por dos y prostitutas y amantes suyas que quieren consignarlo para conseguir plata. Verlaine recupera el libro con la ayuda del dibujante Frédéric-Auguste Cazals. Este último lo recibe en herencia y lo vende a Louis Barthou, un político y coleccionista. Barthou, entonces ministro francés de asuntos externos, muere en 1934, en Marsella, en el atentado contra el rey de Yugoslavia. Sus herederos venden el libro otra vez en 1935. Precio: el equivalente de 9.000 euros; comprador: Pierre Bérès, un coleccionista que lo vende más de 60 años después, en 2006, en una subasta. Último comprador: Pierre Leroy.
Al enterarse de la venta de parte de la colección de Pierre Leroy, se esperaba la reaparición del mítico librito. Pero Leroy dice que lo venderá solo en caso de absoluta necesidad. Por el momento es una temporada de invisibilidad.