Jean-François Fogel
A mediados de abril, Francia ya está en mayo. Me explico: mayo de 1968. El aniversario cuarenta de lo que se llama en Francia Les évènements (los acontecimientos), una mezcla de huelgas, motines estudiantiles y debates a lo largo de ocupaciones de fábricas y universidades, alimenta como nunca las mesas de las librerías. Memorias de los protagonistas, compilaciones de carteles o de fotografías, ensayos políticos, etc.: es un caudal de libros. La revista Le Nouvel Observateur ofrece un sitio en internet de noticias, tal como habría sido de existir la red hace cuarenta años. Le Figaro analiza a fondo varias novelas dedicadas al tema. Hasta el Institut National de l’Audiovisuel (INA) propone una serie de vídeos para seguir día a día lo que fue un momento todavía indefinido.
¿Qué pasó? es la pregunta obvia, pues nadie se pone de acuerdo sobre la naturaleza de estos acontecimientos que terminaron con una tremenda mayoría de diputados de derecha en la Asamblea Nacional. Basta leer los títulos de los ensayos para entender el abanico del desconcierto. Mai 68 a-t-il eu lieu? (¿Tuvo lugar mayo 68?), pregunta Christine Faure en un ensayo sobre la "rebelión del ciudadano desaparecido". En MAI 68, Michel Cespèdes afirma que "la filosofía está en la calle". Faut-il liquider Mai 68? (¿habrá que suprimir a mayo 68?), es el tema de la reflexión de Henry Weber, izquierdista que pasó al partido socialista. Daniel Cohn Bendit, diputado europeo y protagonista mayor de estos acontecimientos intenta decir que sí en Forget 68 utilizando el inglés para adelantar el olvido.
Pero no hay olvido, al contrario, y esta abundancia, este entusiasmo por mirar hacia atrás es un tema que merece un análisis. Tengo cuatro explicaciones:
1. Los protagonistas del 68 tienen todavía el poder mediático y creen que su juventud debe interesar a todos.
2. La hostilidad continua de muchos medios al presidente Sarkozy se detiene en un episodio presentado de manera negativa por él durante su campaña electoral. (El filosofo André Gluksmann publica con su hijo Raphael un libro titulado Mai 68 expliqué à Nicolas Sarkozy/Mayo 68 -explicado a Nicolas Sarkozy).
3. No pasó nada en mayo de 1968, al final, más allá de la elección de una cámara de diputados de derecha, hubo una mera aceleración de lo ineludible: preocupación por la igualdad entre los sexos, medidas a favor del medio ambiente, actitud mala, liberal en el manejo de los medios de comunicación del estado. La ausencia de un resultado impide cerrar el caso. Clásico caso de mucho ruido y pocas nueces.
4. Francia no es lo que parece. En este país, al que le gusta tanto hablar de reformas y del futuro, se invierte la energía en entender el pasado.
PS: en lugar de mirar hacia atrás invito a todos a mirar hacia el futuro. Saldrá en unos meses un libro de tipografía que me encanta. Autora: la grafista Marion Bataille. El libro, dedicado al alfabeto, tiene tan pocas páginas que podemos ver a todas en la cinta de promoción.