Iván Thays
Manuel Vilas. Foto: Manu Fernández
Dos amigos a quienes siempre sigo en sus lecturas me recomendaron, hace unos años, la novela España de Manuel Vilas. ?Es lo mejor que se está haciendo en el país? me dijeron en un salón lleno de libros (porque uno de esos amigos reseña libros en españa y las editoriales se los mandan en cajas y ellos no saben qué hacer con tanto libro). Obediente como soy, salí a buscar el libro pero no lo encontré. Hay una edición en Mansalva, la editorial argentina, que espero encontrar.
Por lo pronto, cruzo los dedos para que Alfaguara en Perú se anime a traer la nueva novela de Manuel Vilas, Los inmortales, que recién se presenta hoy en España. Jesús Rocamora, en el diario Público, le hace una entrevista.
Dice:
(?) hay que intentar poner algo de lógica a la historia de Los inmortales, una novela inspirada en? esto? la película Los inmortales, de 1986, protagonizada por Christopher Lambert. Una novela que consigue mezclar los libros de caballerías con la ciencia ficción, la Historia con la clarividencia, el progreso humano y el delirio. Una novela por cuyas páginas se pasean personajes como: una reencarnación actual de Cervantes que es fan de Joy Division y que se pone en plan Houellebecq (es decir, muy guarro) con dos prostitutas en Canarias; el papa y la madre Teresa de Calcuta convertidos casi en superhéroes (nombres clave: Ponti y Mother T); y el espíritu de Stalin, encargado de darnos a conocer algo llamado la Teoría del Reciclaje Trascendental.
En la película Los Inmortales se plantea la idea de la acumulación de vida y de saber que puede haber en un ser humano que viva más de 400 años. Eso era lo que me interesaba: la idea de alguien que vive la Historia y la conoce en cada momento. No como nosotros, que la leemos?, cuenta Vilas. En realidad, lo que quería el escritor era ?reflejar lo que el siglo XX ha pensado que era ser inmortal desde la cultura, desde el arte, desde la literatura, la religión o la política. Qué hemos codificado como permanencia en el siglo XX y la historia de estos personajes?.
Para ello, Vilas arranca su historia en el año 22011, tras el descubrimiento en la Galaxia Shakespeare de un manuscrito titulado Los inmortales, en el que los futuros humanos descubren, con espanto, cómo han vivido esos personajes elegidos para la vida eterna. Vilas avisa de que ?no es un libro sobre libros, sino un libro sobre la vida. Su tema fundamental es dar forma narrativa a las alienaciones del poscapitalismo. Por eso hay un sentimiento dominante, que es el amor. Todos los personajes están exaltados, se enamoran de todo, porque la novela sostiene que el único sentimiento capaz de luchar contra la alienación es el amor?.