Iván Thays
El canon de Granta empieza a generar opiniones a favor
Apenas apareció la nómina de los 22 elegidos de GRANTA, el diario español El País se preocupó por conseguir las declaraciones de algunos de esos elegidos. Cuatro fueron los que se sumaron a una entrevista digital: Andrés Barba, Andrés Neuman, Patricio Pron y Javier Montes.
Hoy, Javier Rodríguez Marcos comenta la selección en el mismo diario, en el artículo ?Canon literario se escribe con Ñ? donde dice:
La literatura universal es una Babilonia que se expresa en todos los idiomas del mundo. Su difusión mundial, entretanto, es un selecto embudo que desde hace medio siglo habla inglés. La edición española de la revista británica Granta presentó ayer su apuesta de 22 escritores en español menores de 35 años elegidos para la gloria. Entre ellos hay autores con varios premios y años de carrera como Santiago Roncagliolo, Andrés Neuman y Andrés Barba y otros, como Carlos Yushimito, que han sido una sorpresa incluso para parte del jurado internacional encargado de la selección. (?) Uno de los seis miembros del jurado seleccionador -junto a los directores de la revista, el escritor argentino Edgardo Cozarinsky, la crítica española Mercedes Monmany e Isabel Hilton, corresponsal especializada en América Latina y China- fue el novelista Francisco Goldman, artífice de la publicación -y consagración- de la obra de Roberto Bolaño en Estados Unidos. El novelista chileno rompió la costumbre anglosajona de medir a cada nuevo escritor latinoamericano con Borges y García Márquez y, según Aurelio Major, la nueva generación ya no reacciona contra el boom de los años sesenta: ?Forma parte del paisaje. Los jóvenes no tienen que matar al padre?. Esa es una de las señas de identidad comunes a un grupo de autores que, en muchos casos, viven fuera de su país pero ya no por motivos políticos. ?Son cosmopolitas, no siguen solo su propia tradición?, apunta Miles. Por su parte, John Freeman, director de Granta en inglés, destaca -además de que ?hablan mucho de sexo?- un experimentalismo y un riesgo formales que llamará la atención sobre todo en Estados Unidos: ?Allí triunfa el realismo. Hay demasiados talleres de escritura, y eso termina por uniformar el estilo?.
?No hemos pensado en cuotas, solo en el talento?, repiten los autores de una selección en la que hay cinco mujeres -?el canon sigue siendo masculino?, dice Elvira Navarro- y en la que son mayoría los narradores argentinos (ocho) y los españoles (seis). Sin negar el argumento de la calidad, el escritor hispanoargentino Andrés Neuman apunta también a la predisposición de los lectores: ?Hay una tradición lectora que hace que a ciertas literaturas se les dispense una atención no necesariamente justa?.
Por otra parte, J. Ernesto Ayala Dip también opina acerca de la selección en el mismo diario, en el artículo ?De las glorias efímeras? que, a pesar de lo que podría pensarse por el título, es mas bien entusiasta:
No he leído a todos los autores que se citan. Pero aquellos a los que he leído merecen estar. Y aprovecharé la ocasión para leer a aquellos otros pocos autores que la lista me sugiere. La edad de 35 años supongo que es metódica. Y como tal me parece apropiada, porque permite sacar a la luz a un grupo de escritores que serán los que ya van empujando para dibujar una generación de reemplazo en el futuro. También debe de ser metódico el número de elegidos, aunque ya me cuesta más vislumbrar su operatividad. Ahora bien, independientemente de estas consideraciones, incluida cierta cuota de escepticismo que espero que no se confunda con descortesía ni con ningún cuestionamiento ético, la lista tal como es me parece una buena noticia. Y me lo parece porque integra a autores de un lado y otro del Atlántico. Y cuando hablo de integrar hablo de vincular mediante el lenguaje de la imaginación distintas instancias estéticas, estrategias narrativas, géneros como la novela y el cuento que comparten espacio en el universo global de la ficción. Nada hay tan diferente a una novela del argentino Andrés Neuman que una novela del español Javier Montes. Ni nada tan diferente a un cuento de la española Sònia Hernández que otro de la argentina Samanta Schweblin (entre españoles y argentinos, suman 14 de los 22). No es mi intención echar más leña al posible fuego de las menciones y omisiones, pero no puedo dejar de alegrarme de que el chileno Carlos Labbé forme parte de este enigmático canon. Y Paola Oloixarac. Y Andrés Barba. Y Alberto Olmos.
Para terminar me gustaría encontrar alguna cita que reflexionara sobre la gloria efímera o cosa parecida. Seguramente habrá alguna de Cervantes o de los poetas barrocos españoles, que de eso sabían bastante. O de Montaigne. Toda lista de este tipo siempre tiene un doble filo. La alegría de los que salen en ellas y la tristeza de los que no. Seguro que algún estoico latino nos informaría debidamente sobre esta tan humana materia.