Iván Thays
Steven Millhauser
La frase de la semana: ?Si fuera uruguayo, no se dudaría en calificarlo de ?raro?. Aparece en el suplemento Radar Libros sobre el escritor norteamericano Steven Millhauser que acaba de publicar Risas peligrosas (Circe). Me parece genial la frase, aplicable a decenas de escritores latinoamericanos (bueno, malos y mediocres) que no consiguen espacio ni atención en sus países y solo les queda nacionalizarse de Levreros.
Dice la nota de Fernando Krapp sobre Millhauser:
Hay una larga tradición de relatos fantásticos que al final se explican bajo los preceptos de la lógica. A estos relatos Todorov, famoso teórico y pensador estructuralista, los denominó extraños. El subgénero abarca las novelas de Anne Radcliff en el siglo XIX, pasando por la antología de Rodolfo Walsh, hasta las perspicaces explicaciones que Vilma Dinkley le da a Shaggy Rogers y a su perro parlante Scooby Doo cuando se asustan con una sábana colgada. Muchos de los relatos de Risas peligrosas de Steven Millhauser se leen desde esa clave, aunque invertida; una explicación fantástica a un hecho real, como si lo fantástico se diera por sentado y lo real fuera apenas la proyección de una posibilidad.
(?)
Da gusto volver a la prosa de Steven Millhauser, de quien casi no teníamos noticias desde que ganó el Pulitzer allá por 1997. El galardón tuvo como consecuencia la traducción de algunos libros que fueron directo a las mesas de saldo. Más de diez años después volvemos a encontrarnos con su obra. Tan acostumbrados que estamos a cierto tipo de narrativa norteamericana, donde la preocupación estética se encuentra ligada a reflejar la vida sucia cotidiana, Steven Millhauser se aparta de esa línea, y con el foco puesto en una tradición más europea, sobre todo inglesa, construye una estética divergente, y por esa razón mucho más personal. Parafraseando a J. G. Ballard, Millhauser ha sabido capturar el poder de la imaginación para rediseñar el mundo.
Por cierto, un cuento de Millhauser fue llevado al cine para la película ?El ilusionista? de Neil Burger.