Iván Thays
Franzen en una mesa con Tokio Blues
La aparición de la novela Freedom de Jonhatan Franzen es, sin duda, el acontecimiento literario del año en EEUU. Ya algunas revistas se quejan de la atención que la prensa le da al acontecimiento, calificándolo de ?Franzenfreude? y hasta sospechan que el comentario de libros en NYT es un Club de Tobi. Es decir, puro machismo.
Aquí las cifras:
Of the 545 books reviewed between June 29, 2008 and Aug. 27, 2010:?338 were written by men (62 percent of the total)?207 were written by women (38 percent of the total)
Of the 101 books that received two reviews in that period:?72 were written by men (71 percent)?29 were written by women (29 percent)
Mientras tanto, en España ya los lectores y críticos esperan para recibir la novela de Jonathan Franzen. Y quién mejor que Eduardo Lago para introducirnos a ella. Dice en ?El País?:
Freedom (Libertad), título de la cuarta novela de Jonathan Franzen, es una obra maestra en cuyas páginas se resume la angustia de la situación por la que atraviesa en la actualidad el país, y en un contexto más general, el ciudadano de hoy. Tras décadas de búsqueda obsesiva, por fin alguien era acreedor al título deGran novelista americano (palabras exactas del titular de Time), alguien capaz de explicar, por medio de una obra de ficción, la raíz del malestar que aqueja a la sociedad más poderosa de la Tierra. Franzen traza un retrato certero de la psicología de sus conciudadanos, calibrando las consecuencias que las acciones de la élite política y económica estadounidense tienen sobre el resto del planeta. Freedom, conforme al veredicto extrañamente unánime de los críticos, es la primera ?gran novela americana? del siglo XXI. En este sentido es adecuado hablar de obsesión: en Estados Unidos, cuya literatura es una de las más vitales de nuestro tiempo, se cree firmemente en el poder de la novela como modo de sopesar el estado de la nación. Menos de una semana después de la publicación de Freedom,los críticos más exigentes del país le han otorgado a Franzen el derecho a pertenecer a un exclusivo club del que forman parte Herman Melville, Mark Twain, William Faulkner, Francis Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, Norman Mailer, Don DeLillo o Philip Roth.
Antes de que se publicara el libro ya se habían generado grandes expectativas en torno a él. La noticia de que el presidente Obama, a la sazón de vacaciones en Cape Cod, le había pedido a su librero que le consiguiera por adelantado un ejemplar disparó todas las alarmas. ¿Qué hacía el presidente del país más poderoso de la Tierra dedicando el mínimo de 25 horas de lectura que exige la lectura de las 562 páginas que tiene el texto, compaginándola con la atención que exigen los conflictos de Afganistán u Oriente Medio, el vertido de petróleo en el golfo de México o la retirada definitiva de las tropas de su país de Irak?
(?)
El título indica una intención irónica. Se trata de destripar la ecuación Democracia america-na = Libertad. Tras la actuación de los distintos presidentes estadounidenses hasta llegar a Obama, cuya sombra se proyecta sobre las páginas finales del libro, la ecuación es más que cuestionable. Según una proclama que repite a grandes voces el protagonista, Walter Berglund, la sociedad americana es más bien ?el cáncer del planeta?. El autor imprime la consigna con mayúsculas. Pero el libro es mucho más: una saga, sí, tolstoiana, que abarca varias generaciones de una familia, y una indagación como no se ha hecho quizá nunca antes de los mecanismos que mueven a los individuos a entregarse a las pulsiones más profundas del deseo. La radiografía de las costumbres sexuales de los americanos es violentamente conmovedora. Sobre todo, Franzen ha logrado (ese era su plan) algo que no ocurría desde los tiempos de Dickens o Balzac: conectar con el gran público para abordar temas eternos en profundidad: quiénes somos, cuál es la estructura de nuestros sentimientos más ocultos e inconfesables, cómo la libertad, el más alto ideal posible, es un concepto tan real como amenazado, y cómo la vulneran incesantemente Gobiernos e individuos, pese a lo cual, siempre queda un residuo de esperanza. Franzen ha escrito la mejor novela sobre la América herida por los atentados del 11 de septiembre. La vulnerable libertad que evoca el título la convierte en la novela que mejor expresa la era inaugurada por Obama.