Iván Thays
bulimia literaria
En el número anterior de Babelia, el tema central fue la crisis de la crítica literaria ante la desaparición, cada vez más dramática, de páginas culturales y la proliferación de medios virtuales donde se ejerce la crítica. Winston Manrique Sabogal preguntó a una veintena de personalidades (me incluyó en la lista, como administrador de Moleskine Literario) varias preguntas acerca de la crítica literaria y sus diferentes divisiones o posibilidades en medio de una época de cambios.
Aquí algunas respuestas:
I. FUNCION DE LA CRITICA
Marie Arana
Escritora, exdirectora literaria del desaparecido World Book, de The Washington Post, y su actual escritora principal (Estados Unidos)
El crítico literario es un guardián cultural, un juez que ha leído mucho, conoce el canon literario y posee una amplia variedad de experiencias con muchos géneros. Nuestro trabajo consiste en actuar como lectores serios. Nuestro objetivo debería ser el de ubicar un libro, juzgarlo con la perspectiva de una larga tradición literaria. Somos informadores, educadores y animadores, todo en uno. Deberíamos ser concienzudos, interesantes, reflexivos. Es sobre nuestros hombros donde se sostiene la cultura del libro. Somos la conexión entre los escritores serios y los lectores serios. De nosotros depende que esa conexión siga siendo fuerte, esencial y vibrante.
Claire Armitstead
Editora literaria de The Guardian (Reino Unido)
Es una parte vital de la economía cultural. Una de las pocas formas capaces de poner un espejo delante de nuestra sociedad y sus valores. Tiene un valor social.
Jordi Gracia
Catedrático y crítico de Babelia de EL PAÍS (España)
Su función es muy modesta, y sin embargo tiene pleno sentido, y es insustituible en una sociedad civilizada: la capacidad de discutir, desmenuzar, impugnar, rebatir o elogiar los libros que se publican es casi la función natural de la vida intelectual privada y, por tanto, también pública.
II. ESTADO Y DIAGNÓSTICO
Bernard Pivot
Periodista, crítico y divulgador cultural de programas de televisión como Apostrophes(Francia)
Respecto a la crítica que he conocido hace cincuenta años, tiene menos espacio, pero sigue existiendo. Incluso a veces vivaz. Cuando la crítica literaria está agrupada tiene una influencia importante. Cuando está aislada no tiene el poder que puede tener un programa de televisión e incluso de radio. Aunque no creo que la crítica literaria haya evolucionado mucho, salvo que tiene menos espacio. Se le pide sobre todo a los periodistas que escriban artículos menos largos.
José María Guelbenzu
Escritor y crítico de Babelia. EL PAÍS (España)
Si nos circunscribimos a la crítica literaria como tal crítica, sigue más o menos igual; si pensamos en las reseñas de los medios, creo que ha aumentado la complacencia y ha disminuido la exigencia.
Philippe Lançon
Crítico del suplemento literario de Libération (Francia)
En la prensa generalista ha empeorado sin duda. Los críticos no son más (ni menos) comprometidos que antes con las editoriales, con su propia vanidad y deseo de existir, de ?ocupar el terreno?. Pero como los libros no tienen ya tanta importancia en la vida social y mental de los lectores, la crítica tampoco la tiene en los periódicos. La falta de tiempo, de espacio y de afán (por parte de los lectores, o al menos de estos lectores generalmente incultos que son ahora los directores de periódicos) la debilita mucho -la reduce como una cabeza de jíbaro-. Generalmente, la crítica se ha vuelto publicidad más o menos informativa. Es un problema mental, social y económico.
Eliot Weinberger
Escritor, traductor y crítico de medios como The New York Review of Books (Estados Unidos)
Estados Unidos no tiene la clase de suplementos literarios habituales en España y muchos otros países. Solo tiene una publicación periódica importante sobre crítica literaria: The New York Review of Books. Ya no hay críticos estadounidenses poderosos, como los había hasta la década de 1960, escribiendo en una prosa que era inteligible para cualquiera e introduciendo la literatura en los problemas políticos, sociales y morales del día. La llamada crítica ?seria? ha pasado en su mayoría a ser dominio de los académicos, que escriben usando una jerga especializada, en la extraña creencia de que lo complejo solo puede presentarse por medio de frases impenetrables, y que parecen más preocupados por la crítica de la crítica que por la crítica de la literatura. El resto es publicidad principalmente: los extraordinariamente eficaces departamentos de marketing de las grandes empresas editoriales dictando aquello sobre lo que se escribirá en los periódicos y revistas. Uno se pregunta por qué sigue habiendo siquiera periodistas culturales. La crítica, en Estados Unidos, se ha reducido a las ?recomendaciones?, que llegan a través de las reseñas, los blogs y Twitter. Los premios se han convertido en la validación estándar del mérito literario. No puedo pensar en un solo crítico estadounidense a quien uno pueda recurrir ahora en busca de ideas. Quizás esta sea la razón por la que el mundo es más confuso que nunca.
Enrique Krauze
Director de la revista Letras Libres (México)
La crítica en los periódicos independientes y la mayoría de las revistas de habla hispana deja mucho que desear. Por lo general, las reseñas son meros resúmenes de las obras, elogios indiscriminados o acercamientos teóricos. Falta casi todo: compromiso, penetración, discernimiento, profundidad, horizonte, pero sobre todo valentía. Atreverse a opinar con fundamento si una obra es buena o mala y por qué. La crítica de cine o la deportiva es mejor. ¿Por qué no tenemos la crítica literaria que necesitamos? Intervienen varios factores: compromisos editoriales, institucionales y hasta amistosos.
Santos Sanz Villanueva
III. VIRTUDES Y DEFECTOS
Jorge Aulicino
Poeta y editor del suplemento Ñ, de Clarín (Argentina)
Resaltan más sus defectos, por cuanto sus espacios han aumentado. Hay más espacios de crítica porque la industria aumentó. Y el principal defecto es la complacencia con ese estado. Los críticos están demasiado vinculados a la industria editorial; son, a la par que críticos, ensayistas o novelistas, o poetas o autores de libros de crítica. Por otra parte, comparten demasiados saraos y vida socioliteraria con los escritores, y no quieren pelearse con ellos. Hay muchas excepciones, pero gran parte de la crítica resulta publicidad encubierta.
José María Pozuelo Yvancos
Hay dos principales defectos: el primero, de carácter general, es que la critica ejercida en un periódico o suplemento no siempre se separa bien de las leyes del mercado, porque el mismo suplemento, el medio, también es mercado, y debe hablar de lo que la gente habla. Esta pulsión de novedad, y de énfasis en ?estar en la onda?, es el principal defecto. Si la crítica termina hablando igual que el mercado y sigue sin más sus leyes se hará innecesaria por redundante. Refiriéndome al crítico, el principal defecto es que crea que su gloria o su lugar coincide con el que le concede el periódico. Muchas veces la mucha significación del crítico es directamente proporcional a su insignificancia. En cuanto a las virtudes: qué bien que una pequeña editorial o una autora de la que el mercado no habla sale a superficie porque un suplemento (o un crítico) llama la atención sobre ella, y la descubre. Contribuir a la visibilidad de quien vale, incluso al margen del mercado, seria quizá la mejor virtud de la crítica.
Mario Jursich
Periodista, escritor y subdirector de la revista El Malpensante (Colombia)
Las virtudes son más o menos las mismas de siempre: iluminar el sentido de un libro, ponerlo en relación con su contexto y con otros libros, explicar sus mecanismos de composición, etcétera. Los males son básicamente dos: 1. La idea firmemente arraigada de que la crítica literaria no es una instancia de reflexión sino parte del proceso de promoción del libro. 2. La convicción, no menos arraigada, de que la mala prosa es fundamental para hablar de literatura.
Marie Arana
En Estados Unidos ha perdido su vigor. Hay poca espontaneidad y emoción en el análisis de los libros. Si existe espontaneidad es en la dispersión de blogs literarios, pero son indisciplinados, están pobremente escritos y, a menudo, descuidados. Ninguno se ha revelado como una voz influyente.
Iván Thays
Escritor y bloguero de Moleskine literario y Basta de carátulas (Perú)
Su principal virtud está en no haber cedido, en la mayoría de los casos, al lector menos aventajado, el no haberse trivializado (como sucedió con las reseñas literarias, cada vez más parecidas a contratapas). Su principal defecto es no conseguir deshacerse del lenguaje académico codificado, el crear tendencias que no existen y el distanciarse de los nuevos fenómenos (salvo excepciones). Lo peor es que la crítica sigue buscando ser canónica y sesgada, pese a que la literatura actual es anticanónica y más bien dispersa y muy versátil.
IV. EL PAPEL DE LOS MEDIOS
Gustavo Guerrero
Profesor de la Universidad de Cergy-Pontoise y consejero literario para el español de Gallimard (Francia)
Las políticas de los suplementos y revistas literarias son muy diversas. Quizá su virtud principal radique justamente en esa diversidad que nos muestra cómo se ha instalado el pluralismo en la vida literaria y cómo se ha desterrado la idea de que existe una jerarquía de valores única en cuestiones de estética. Hoy una novela o un poemario pueden ser buenos, mejores o peores para distintos públicos de muy distintas maneras, lo cual no implica que todo valga, sino que el valor literario es una construcción social que resulta de una apreciación y unos arbitrajes susceptibles de crear consensos más o menos extensos, estables y duraderos.
Mario Jursich
No es posible ni deseable que todos cumplan el mismo rol. Eso dependerá de la personalidad y los intereses de quienes dirijan esas revistas, esos suplementos, esas radios o esas webs.
Iván Thays
Mientras más suplementos literarios impresos cierran, más blogs literarios aparecen. La crítica literaria o el comentario de libros por Internet es una selva tupida en donde hay de todo. Uno debe andar muy atento y con un buen machete para abrirse camino por esa jungla donde todos tienen algo que decir, y lo dirán. Y ya sabemos: la ignorancia es atrevida. Creo que un blog o un website con rigor puede tener más importancia que un suplemento escrito. Lo fundamental es el contenido, sea la plataforma que sea.
V. DESAFÍOS DEL NUEVO PAISAJE
Gustavo Guerrero
Ante los demasiados libros que se publican, nunca antes el lector ha tenido tal necesidad de mediadores y nunca antes los mediadores han brillado tanto por su ausencia. No es fácil imaginar una salida para esta situación. La recomposición del paisaje mediático y tecnológico a la que estamos asistiendo quizás abra algunas puertas. Si la crítica quiere recobrar al menos una parte de su influencia social, va a tener que entrar en una dinámica multimedia porque el impacto de lo escrito se ha ido debilitando y tiene un alcance cada vez más limitado, sobre todo ante las posibilidades que ofrecen los medios audiovisuales e Internet.
Juan Antonio Masoliver Ródenas
Escritor y crítico de Culturas, La Vanguardia (España)
Internet llega de una forma más inmediata al lector. Hay blogs y revistas excelentes que compensan la escasez de revistas impresas. Pero nada impide la improvisación, elamateurismo, el narcisismo y confundir criticar con destruir. Hay mucho camino por recorrer y de momento aún vivimos en el caos. Pero la crítica -el lenguaje crítico- no ha cambiado. Sí ha cambiado el acceso, mucho mayor.
Philippe Lançon
Más independiente. Más resistente al espíritu de publicidad y de negocio. Más lenta, más elitista. Y, sobre todo, mejor escrita.
VI. ¿UN PUNTO DE REFERENCIA
EN EL CIBERESPACIO?
Paul Ingendaay
No, los medios están al alcance de todos. Serán los lectores quienes decidan si de verdad necesitan una ?crítica literaria? en el sentido tradicional. Internet nos ha traído otras formas de debate igual de válidas. Es un punto de referencia para lectores que no intercambiaban opiniones.
Alberto Olmos
El líder de opinión o creador de tendencias es connatural al juego social y a su inabarcabilidad, por lo que los lectores van a tomar siempre a algún emisor de opiniones como guía. La situación es que ese ?punto de referencia? no tiene por qué venir enmarcado en un medio tradicional, sino que puede ser cualquier persona que consiga transmitir a su vez un gusto coherente y una práctica honesta de su labor opinativa.
Jordi Gracia
Convertirse en punto de referencia es un efecto o una consecuencia del ejercicio de la crítica. Y tanto los blogs o las revistas digitales como los suplementos o las revistas tradicionales son capaces de concitar esa forma de respeto o de mera atención por parte de otros lectores. La multiplicación de canales de opinión propicia una nueva pluralidad de puntos de vista y es en esa diversidad donde ahora mismo está fabricándose la posibilidad de un crítico solvente o de una revista más respetable que otra.
II. INFLUENCIA Y PODER EN JAQUE
José María Guelbenzu
Ha perdido la misma influencia que los pensadores y los intelectuales en general; pero, sobre todo, no ha incorporado lectores de manera significativa. ¿Quién tiene que cambiar para que eso ocurra? ¿El crítico? ¿Los nuevos lectores?
Philippe Lançon
Ha perdido casi todo su poder. Para luchar con eso, cada crítico, cada servicio literario, debe luchar primero en su propia empresa para tener más espacio, más libertad, más capacidad para hablar de lo que le gusta, y no necesariamente de los libros de moda.
Claire Armitstead
El poder de la crítica literaria se ha reducido por tres motivos principalmente: los periódicos tienen menos lectores, la crítica no es una forma de periodismo que esté de moda y la mayoría de las reseñas carecen de relevancia para el mercado mayoritario en el mundo anglosajón, porque los libros del mercado mayoritario rara vez son literarios, así que les resulta más útil la publicidad que los juicios críticos. Para el libro apropiado, sin embargo, las buenas reseñas pueden representar la diferencia entre existir y desaparecer sin dejar rastro. Es importante recordar que el propósito de una reseña de un libro no es vender libros, es ubicarlos en el contexto del panorama cultural.
J. Ernesto Ayala-Dip
Crítico de Babelia. EL PAÍS (España)
Si el poeta en la sociedad burguesa del segundo imperio francés había perdido su aura, como nos enseña Walter Benjamin en la figura de Baudelaire, el crítico ya había nacido sin ella. Ser consciente de ello es crucial para sobrellevar con inteligente dignidad la labor crítica. En palabras de Sartre: el crítico literario es el pariente tonto de la familia social. Así que me niego a hablar de influencia ni de poder. Somos profesionales de la lectura analítica. Y, aunque a veces no lo parezca, la crítica es un género literario. Cuando un crítico es bueno, se lo lee, no sólo para que influya en una dirección determinada, sino también por el simple placer de leerlo.
VIII. DEMOCRATIZACIÓN EN LA RED
Claire Armitstead
Tuvimos un gran debate sobre si abrir las reseñas a los comentarios de los lectores en la web, y finalmente decidimos hacerlo fundamentándonos en que valoramos las opiniones y experiencias de nuestros lectores y en que ellos querían implicarse más. Nuestra experiencia ha sido la de que, cuando el crítico está preparado para responder a las críticas, ello puede intensificar el compromiso con un libro. Estamos al comienzo de un viaje con nuestros lectores en esto, ya que es una tradición muy nueva dentro de la cultura literaria.
Bernard Pivot
Cuanta más gente se interese en los libros, mejor. La crítica se democratiza en Internet. Pero estamos en lo mismo, es un fenómeno de masas. Cuando los internautas son decenas o cientos en recomendar un libro, tiene influencia en su compra. Pero críticas aisladas en Internet no harán que se venda.
Mario Jursich
Pienso que la crítica literaria no es un asunto de expertos; por eso me parece una opción saludable que además ha contribuido a volver más plural el contenido de algunos diarios. Ahora, esas colaboraciones deben ser tratadas con el mismo rigor editorial que se aplica a los profesionales.
Jorge Aulicino
El efecto Amazon no anulará la crítica. Leo los comentarios de lectores. Leo el correo de los lectores en Ñ. No hay una democratización de la crítica sino de la opinión. No creo que la opinión de la crítica pueda ser anulada por la opinión de los lectores.
Gustavo Guerrero
No veo nada malo en que cada cual exprese sus gustos y favoritismos, pero lo que veo perverso es que esa libertad se utilice subrepticiamente para seguir reduciendo el ya escaso ascendente de la mediación de crítica en la creación de valor y el mercado.