Iván Thays
DIARIO DE ESTOCOLMO.- A punto de ir a recoger el Premio Nobel, en medio de los flash de los fotógrafos y los peruanos que fueron hasta el hotel con banderitas peruanas de papel y empezaron a gritarle: ?¡Mario! ¡Mario!?, Mario Vargas Llosa, impecablemente de frac, se da un tiempo para bromear con su ?acosador? Daniel Mordzinski. No parece, pero tenía entonces los nervios de punta. Pero estaba feliz (eso sí se nota)
Foto: Claudio Álvarez