Iván Thays
Dashiel Hammet
El lunes 10 de enero se cumplirán 50 años de la muerte del gran narrador de novela policial, Dashiel Hammet, autor de El halcón maltés. El diario El País se adelanta en el recuerdo.
Dice la nota:
En su haber tenía dos guerras, un valiente compromiso con la izquierda política a pesar de su paso por la mítica agencia de detectives Pinkerton -germen del FBI- y una mala salud de hierro macerada en alcohol pero, sobre todo, cinco novelas y dos libros de relatos con los que sentó las bases de un nuevo género. Antes de Hammet, existía la novela policíaca, aquella que cultivaron Edgar Allan Poe o Agatha Christie, de detectives desdeñosos con ayudante algo bobalicón que desprecian a la policía y cuya mente prodigiosa se revela capaz de desentrañar los más retorcidos crímenes.
?En cambio, el detective de negra suele ser un tipo solitario, desengañado, y ese modelo lo inventó Hammett con Sam Spade. Le metió músculo a la novela policiaca y la convirtió en un testimonio social?, afirma a Efe el escritor David Torres, merecedor en 2008 del premio Dashiell Hammett que otorga la Asociación Internacional de Escritores de Novela Policíaca. Para Torres, Spade es el detective por excelencia, y el resto, ?variacones más o menos afortunadas? de este personaje ?más filósofo que policía?, que se mueve en las tinieblas, que ha de decidir constantemente entre el bien y el mal hasta el punto de entregar a la justicia a la mujer que ama.
Un código moral de caballero andante, quizá espejo del propio Hammett, a quien su negativa de delatar a supuestos militantes comunistas le valió unos meses de cárcel en 1951. ?Un hombre debe mantener su palabra?, dijo la noche antes de ocupar su celda, según relata Diane Johnson en su biografía del autor.
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?Creía en el derecho del hombre a la dignidad y jamás, durante toda su vida, jugó a otro juego que al suyo propio: nunca mintió, nunca fingió, nunca se rebajó?, leyó Hellmann en el funeral de Dash. Además, pese a que despreciaba profundamente la violencia, fue quien la introdujo explícitamente en la literatura criminal, donde hasta entonces aparecía velada, sugerida.
Hammett dejó un legado que va mucho más allá de El Halcón Maltés: creó al ?agente de la Continental?, protagonista de ?Cosecha Roja? y de varios relatos, a la pareja formada por Nick y Nora Charles (El hombre delgado) y al detective Ned Beaumont deLa llave de cristal. Desde 1934 a su muerte no volvió a publicar nada memorable. O como diría Josephine Hammett en la biografía que escribió sobre su padre, ?no dejó de escribir, no hasta el final de su vida, lo que dejó de hacer fue acabar lo que escribía?.