Iván Thays
óleo de Lucio Fontana
CEREMONIA SOLITARIA ALREDEDOR DE UN TINTERO
Todo el mundo huye de mi corazónPorque parece un cocodrilo. Todo el mundo diceQue no soy un hombre sino un árbol derribado. Nadie sabeQue entre mis ojos de niño y mi pecho cansadoHay solamente musgo, llanto, flores indecibles,Versos que parecen de oro puroY no son sino fragmentos de una estrella de papel.No es culpa mía si estoy hecho de cristales amargos,De irremediable ceniza y líquidos ardientesQue se disputan mi ternura y sin cesar empujanDolorosas poleas, émbolos y ruedas escarlata.Soy solamente un puñado de tierra que tropieza,Un insolente juguete de cabellos negrosY dientes amarillos. No es culpa míaSi no parezco de carne y hueso, si bajo mi sombreroY mi pantalón gastado palpita un cielo puro,Si todo el mundo dice que no amo a la gentePorque me pongo una corbata y observo el firmamento,O porque estoy hecho de sustancias aciagas,De sonrientes materias que sollozan y sollozanY sollozantes materias que sonríen y sonríen.Soy solamente un animal que escribe y se enamora,Un laberinto de células y ácidos azules,Una torre de palabras que nunca llega al cieloPorque no toca ni se apoya en los luceros,Sino en mi pobre corazón siempre en tinieblas,Siempre en el fondo de un tintero,Como si fuera un cocodrilo.
Jorge Eduardo Eielson