Iván Thays
Carlos Monsiváis ha muerto hoy.
Recuerdo haberlo oído en la Feria de Guadalajara y en la FIL Lima. Pocas veces he admirado a alguien tanto como a él delante de un micrófono, oceánico, inteligente, divertido, arbitrario. Lo he leído también, con igual admiración. Una vez escuché a Juan Villoro decir que él siempre buscaba las páginas de opinión de Monsiváis para saber qué opinaba él (Villoro). Imposible no estar de acuerdo con el convincente Monsiváis.
Monsiváis hablaba de todo menos de fútbol. Morirse en pleno Mundial, con un México en su mejor momento, y quitarnos la sonrisa boba del rostro, es su última ironía. Una broma que él hubiese celebrado mucho. Y luego, seguro, nos hubiera mandado a seguir viendo el partido. Adiós, maestro.