
Ficha técnica
Título: Consolación a Paulino | Autor: Pablo Díez | Editorial: El Desvelo | Colección: El Legado del Barón | Páginas: 176 | Formato: rústica | ISBN: 978-84-946820-3-2 | Precio: 18,00 euros | Fecha: 2017 |
Consolación a Paulino
Pablo Díez
Cuarta novela del santanderino Pablo Díez en la que, con un realismo contenido, plasma una sátira social y política de la España rancia y reaccionaria del franquismo.
Extracto del texto Destino eterno
La España que nos legará la cruzada nacional se asemeja a aquella bestia que iba a sacrificarse en el altar poco antes del asesinato de César, y a la que nunca encontraron el corazón. Aquello se tomó por un mal presagio, por la inminencia de tumultos en Roma. Y así fue, en efecto. Pero a los españoles de hoy no nos afligen los mismos pronósticos. Al contrario. ¿Alguien en su sano juicio puede lamentarse de que a esa bestia que es España le falte el corazón que durante siglos le ha insuflado pasiones corrosivas y violencia?
Los sabios de la modernidad auscultan su cuerpo, pero no se advierte en ella corazón alguno; la nación está purgada de los instintos que hicieron a su pueblo aguerrido y fiero. A partir de ahora, y gracias a la tarea de los grandes arquitectos nacionales, a los españoles se nos tendrá por una raza conciliadora, por una orquesta en la que ningún instrumento desafina. Los hijos de nuestros hijos nacerán ya en tierra de paz, ignorantes del terrible esfuerzo que ha supuesto extinguir el fuego de la cizaña. Pero no debemos quejarnos los que a ello hemos contribuido, sino sentirnos orgullosos: del mismo modo que una madre trabaja duramente al dar a luz y obtiene la bendición de un retoño, así hemos bregado nosotros para hacer que exista esta criatura a la que sin reparo podemos llamar España.
Esa patria que participaba en todas las pujas, y que ha convocado a decenas de miles de cadáveres para atestiguar su difícil talante, carece por fin de un corazón en el que albergar discordias. Queda así la nación preparada para absorber sin restricciones todo lo que de bueno deparen Dios y el destino.