
Ficha técnica
Título: Wagner y mi camino hacia Bayreuth | Autor: Houston Stewart Chamberlain | Editorial: Fórcola | Colección: Singladuras, 32 | Páginas: 208 | Medidas: 12 x 18 cm | Fecha: junio 2019 | ISBN: 978-84-17425-35-7 | Precio: 16,50 €
Wagner y mi camino hacia Bayreuth
Houston Stewart Chamberlain
Richard Wagner y su música despertaron pasiones ya en vida del compositor, como fue el caso del escritor británico Houston Stewart Chamberlain (1855-1927), para quien el creador de Parsifal fue «el Sol de su vida», fuente de inspiración poética e intelectual, así como Bayreuth y su teatro de la ópera -el Bayreuth Festspielhaus, donde cada año se representan las obras del genio- simbolizaba una verdadera patria del alma para alguien que se consideró siempre huérfano y apátrida. Nacionalizado alemán, escribió toda su obra en este idioma, y su libro más famoso, Los fundamentos del siglo XIX, publicado en Viena en 1899, fue un éxito de ventas en el mundo germánico, y traducido a varios idiomas -aunque sigue siendo muy desconocido en lengua española-. Ejemplo paradigmático de diletante, iniciado en múltiples saberes desde la filosofía kantiana a la ciencia darwiniana, precursor ideológico del nazismo y aquejado de un peculiar antisemitismo, reconocía en Shakespeare y Goethe sus maestros en el espíritu, y a Beethoven como su inspirador musical; pero fue Wagner, al que llegó a conocer efímeramente en su juventud, quien supuso para él un verdadero padre simbólico, extraordinario, luminoso y radiante como el Sol. Casado en 1908 con Eva von Bülow, la hija pequeña e ilegítima del maestro, llegó a convertirse en el conductor espiritual de la Villa Wahnfried, la casa del clan de los Wagner en la colina de Bayreuth en Baviera.
Dirigió la revista Bayreuther Blätter, y colaboró con entusiasmo en la hagiografía de Wagner. Estas páginas de Mi camino hacia Bayreuth (1919) -pertenecientes a sus memorias y que se publican por primera vez en español de la mano del crítico musical Blas Matamoro- están concebidas como un itinerario iniciático del discípulo hacia el maestro, y aunque es fácil advertir sus exageraciones e idealizaciones, no dejan de documentar la potencia carismática del compositor de El anillo del nibelungo y el hecho de que su figura resultara tan fascinante.