Iván Thays
Pierre Michon
La editorial Alfabia se ha animado a editar un libro extraño, casi diríase que medieval, del gran Pierre Michon titulado Abadia. Por otro lado Anagrama editará Los Once, una nueva obra de su descubrimiento francés. Aquí alguna nota:
Pierre Michon está en la liga de los autores franceses exquisitos. Se le ha emparentado con Julien Gracq. Ha sido también relacionado con Rimbaud, con Flaubert, y con otros grandes nombres de las letras galas. El autor coquetea con la Historia, representándola con genialidad, y la ficciona a veces, algo que, si se ha hecho siempre, en el posmodernismo goza de particular predicamento. En ?Los once? (Anagrama), Michon inventa un cuadro en el Louvre con los cabecillas del Terror de la Revolución Francesa. A partir de ahí se arranca. En ?Abades? (Alfabia) nos sitúa en el año 1000, tomando, al parecer, como referencia, una serie de crónicas medievales, como la ?Crónica de Maillezais?.
Ciertamente, el libro es inclasificable. Sólo cabe el elogio ante tres breves historias de abadías y un lenguaje calmo y fastuoso. La traducción, a cargo de Nicolás Valencia Campuzano, resulta digna de encomio por el cristal limpio que ofrece. ?Abades? casi se puede cantar, además de leer. Hombre de breve obra, Michon, un clásico contemporáneo, que ha ganado el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, tiene grandes admiradores de crítica. Leamos un comentario del difunto Rafael Conte sobre el autor, hace ya 5 años:
?No parece, pues, que Pierre Michon sea un novelista puro, sino un narrador sólo, pero por encima de todo, original, supremo y fabuloso, que mezcla la literatura con todo lo demás, con la pintura, con la escritura, con la cultura en general, multiplicando así lo que más aprecia, la literatura propiamente dicha, en una serie de tropos, de metáforas, de cascadas de imágenes que la reflejan y espejean de manera deslumbrante?.
Reflejar, espejear. Michon es una rareza de muchas cosas. Extraño en este panorama como en cualquier otro. Un hallazgo de Jorge Herralde. Es más, Alfabia escribe al final: ?Nos gustaría que este libro sirviera de homenaje a la figura de Jorge Herralde, uno de los más grandes editores de este país. Entre sus innumerables aciertos se cuenta el haber dado a conocer la obra de Piere Michon al lector español?.