Jean-François Fogel
Se trata de arte, precisamente de escultura. En la galería virtual de Jeremy Mayer, todos los seres vivos son productos de la fragmentación y reconstrucción de unas máquinas de escribir.
Hay hombres, gatos, insectos, androides, sobre todos androides muy parecidos a C-3PO, el compañero de R2D2 en la guerra de las galaxias. Desde Tolstoi la máquina de escribir ocupa una posición de primer plano en la literatura y se discuten todavía las consecuencias de su salida. Las esculturas de Mayer son de la era pre-digital, es decir, de hace unos siglos. Pero la pregunta de hoy es: ¿cambia la literatura cuando cambia la herramienta? Es la pregunta secreta del artista que destruye a las máquinas de escribir.