Jean-François Fogel
Cualquier persona que sabe algo de tipografía sabe también que no se debe escribir esta palabra en internet. El código HTML que despliegue el contenido de una página en su pantalla es un error para la tipografía. No permite un arreglo fino de los espacios entre las letras y tampoco entre las palabras. Aun peor, según el navegador utilizado, modifica de manera distinta el espacio entre las líneas. Un texto en una pantalla es un regreso de la tipografía, una muestra de progreso al revés.
Francamente, pocas veces he tenido la posibilidad de disfrutar de la tipografía en Internet. Una excepción fue hace unos días al recibir el enlace de un vídeo en inglés. Se trata de una pequeña obra de teatro cuyos personajes son familias tipográficas: Times New Roman, Futura, Baskerville Old Face, Arial Narrow, etc. Debaten sobre la posibilidad de reconocer como miembro de su cofradía a Zapf Dingbats. Es la cosa más cómica que he visto pues cada familia de caracteres tiene un traje, un acento, una manera de hablar que corresponde a su tipografía.
Como un regalo no viene solo, tengo también algo muy raro: muestras de caligrafía de grandes creadores de tipografía. Lo que más me gusta es lo que hace Marina Bantjes (en la imagen que viene con este post). Demuestra su capacidad para escribir de tres maneras definidas y distintas. Una hazaña. Pero Bantjes es un caso aparte: no produce fuentes, solo obras con letras. Una artista.