
Ficha técnica
Título: Alicia en Westminster | Autor: Saki | Prólogo, traducción y notas: Juan Gabriel López Guix | Ilustraciones: Francis C. Gould | Editorial: Alpha Decay | Colección: Alfanhuí | Formato: rústica 20,5 x 12,5 cm |Publicación: noviembre de 2009 | Páginas: 99 | ISBN: 978-84-937269-0-4
Alicia en Westminster
Seth
Tras el éxito de crítica y ventas de los Cuentos completos de Saki, Alpha Decay presenta una verdadera y desconocida joya sakiana. Se trata de una serie de catorce textos en los que el maestro del humor negro le estrecha la mano al maestro del humor absurdo y surrealista, Lewis Carroll.
Con un estilo lacónico, lógico y lúdico que imita con pericia al de Alicia en el país de las maravillas, pero sin perder la esencia de sus cuentos, el mentor de Tom Sharpe satiriza la situación política de la época, a través, por ejemplo, de devastadoras críticas al Ministro de Guerra, convertido en una carrolliana figura de ajedrez. La serie de ilustraciones inspiradas en las de Tenniel para Alicia, también de corte satírico, confieren un valor sobreañadido a esta joya literaria. El snark de los sakianos.
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Alicia en Westminster supuso el nacimiento de Saki. Decidido a labrarse una carrera como escritor tras un intento frustrado por la malaria de seguir en la policía de Birmania la tradición militar de la familia, Hector Hugh Munro (1870-1916) entró en contacto en Londres con el famoso dibujante político Francis Carruthers Gould, quien lo presentó a John Alfred Spender, director del respetado periódico liberal The Westminster Gazette. A pesar de las dudas iniciales, Spender aceptó el proyecto de publicar unos artículos de sátira política ilustrados por Gould y utilizando los personajes de Alicia en el país de las maravillas. La serie vio la luz entre julio de 1900 y enero de 1902. El éxito fue inmediato, y Hector Munro, que hasta ese momento había publicado con sus iniciales un primer cuento («Emperrado», 1899) y, con su nombre, una historia del Imperio ruso (The Rise of the Russian Empire, 1900), entró de la mano de Alicia en la historia literaria inglesa con el pseudónimo que ya nunca abandonaría, Saki (o, tal como lo escribió en un inicio, Sákí).
