
Ficha técnica
Título: Frankenstein o el moderno Prometeo | Autores: Mary W. Shelley | Ilustraciones: Lynd Ward | Traducción: Rafael Torres | Editorial: Sexto Piso | ISBN: 978-84-15601-40-1 | Páginas: 264 | Formato: 17 x 24 cm. | Género: Novela gráfica | Precio: 24,00 € | Publicación: 2013
Frankenstein o el moderno Prometeo
Lynd Ward
La vida de Victor Frankenstein está marcada por su obsesión por dar vida a la materia inerte. Los estudios de filosofía natural lo llevan a concebir a la criatura que se convertirá en su mayor logro y tragedia. Desde el Ártico, desvela al capitán Walton su esperpéntica creación, mientras intenta desesperadamente atrapar al monstruo sin nombre que se ha escapado para vengarse de su propio «padre».
Mary W. Shelley creó Frankenstein o el moderno Prometeo a raíz de una amistosa disputa literaria tras una velada en la que escritores de la talla de Lord Byron, Percy Bysshe Shelley y John William Polidori, entre otros, se retaron a escribir una obra de terror. El resultado no sólo es la novela gótica más afamada y uno de los hitos esenciales del horror, es también el inicio de la ciencia ficción y una aguda reflexión moral sobre la naturaleza del hombre y del mal.
Frankenstein ha inspirado numerosas versiones en obras literarias, plásticas y audiovisuales. En esta ocasión, la serie de grabados en madera que uno de los padres de la novela gráfica, Lynd Ward, dedicó al monstruo en 1934 plasma la ambivalencia propia del texto de Shelley gracias a su dominio de la técnica y a la combinación de elementos del expresionismo alemán y el art déco. Vista por Ward, la criatura es a la vez patética y terrible, y sus inusuales perspectivas y claroscuros son el complemento perfecto a esta obra maestra.
Esta edición incluye un epílogo de la autora y crítica estadounidense Joyce Carol Oates, en el que inquiere en lo más profundo de la obra para demostrar que el «monstruo de Frankenstein» es uno de esos personajes que «se han convertido en creaciones colectivas; nos pertenecen a todos».
PREFACIO
El doctor Darwin y algunos escritores científicos alemanes han considerado que el hecho sobre el que se basa esta ficción no es del todo improbable. No deseo que se suponga que comparto en modo alguno la fe en este tipo de fantasías, sin embargo, no creo que al tomarlas como referencia para una obra de ficción me haya limitado a entretejer una serie de episodios sobrenaturales. El suceso sobre el que descansa el interés de la historia está libre de las trabas que se encontrarían en un simple cuento de fantasmas o de encantamientos. Vino sugerido por lo novedoso de las situaciones que desarrolla y, a pesar de ser imposible como hecho físico, aporta a la imaginación un punto de vista desde el que perfilar las pasiones humanas más amplio y legítimo que cualquier relato costumbrista.
He intentado, por lo tanto, mantener la verdad de los principios elementales de la naturaleza humana, aunque no he tenido escrúpulos en innovar sobre sus combinaciones. La Ilíada, la poesía trágica de Grecia; Shakespeare, en La tempestad y Sueño de una noche de verano, y sobre todo Milton, en El Paraíso perdido, siguen esta regla.