
Ficha técnica
Título: El uso del hombre | Autor: Aleksandar Tisma | Editorial: Acantilado | Colección:
Narrativa del Acantilado, 224 | Traducción: Luisa Fernanda Garridoy Tihomir Pistelek | ISBN: 978-84-15689-46-1 | Encuadernación: Rústica cosida | Formato: 13 x 21 cm | Páginas: 344 | Precio: 25.00 euros
El uso del hombre
En esta excepcional novela, de una calidad fuera de lo común, Aleksandar Tisma rememora la ocupación nazi de Yugoslavia. Si en otros tiempos los habitantes de la ciudad danubiana de Novi Sad—serbios, húngaros, suabos de habla alemana y judíos—habían podido vivir en armonía con su mirada puesta en Viena, la llegada de los «Nuevos tiempos» siembra entre ellos el Terror, el totalitarismo y la muerte. Los pocos afortunados que pudieron sobrevivir terminaron en los campos de internamiento comunistas. De una precisión psicológica abrumadora, la obra recuerda las sombras y las voces de un pasado inhumano, y deja una huella indeleble en el lector.
«Una novela esencial para entender una época que nunca ha dejado de gravitar sobre el presente. Refleja la política del totalitarismo, que reduce lo humano a una contingencia irrelevante, donde se escribe la gramática del poder. Un drama múltiple, donde se mezclan la política, el amor, la familia y el sexo. La maestría narrativa de Tisma convierte este viejo procedimiento en una poderosa fuerza que articula la trama de forma creíble y convincente. No hay hilos sueltos en una novela con infinidad de historias cruzadas. Las descripciones de Novi Sad y el Danubio acreditan la excelencia de una prosa que muestra la misma habilidad al reproducir un paisaje o abismarse en el interior del hombre».
Rafael Narbona, El Mundo
Barbara Jovanovich, The New York Times
Comienzo del libro
El diario de la Señorita es un cuaderno pequeño y alargado de tapas duras cuyo áspero forro rojo imita la piel de serpiente y en cuya esquina superior derecha, grabada con letras doradas, aparece la inscripción «Poesie», ‘poesía’ en alemán. Es uno de esos libros de recuerdos que se regalan a las jovencitas para que sus allegados les escriban en ellos comentarios o poemas; no obstante, en una ciudad pequeña como Novi Sad en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, es el único cuaderno de tipo íntimo, medianamente elegante y atractivo, que uno puede adquirir por dinero. Anna Drentvenšek, apodada por los estudiantes «la Señorita», se convence también de ello al entrar un día primaveral en la papelería Nachauer e Hijo de la calle Mayor, donde suele comprar objetos de esta clase, porque es la más grande, la mejor surtida y, además, pertenece a un alemán, lo que a ella, alemana también, le infunde confianza y le produce satisfacción. De manera que empuja la puerta de vidrio con el picaporte macizo de hierro forjado en forma de hoja de helecho caída, flanqueada por dos escaparates en los que, bien a la vista y colocados armoniosamente, hay libros de contabilidad, cuadernos, plumas estilográficas, lápices, cortaplumas y dos máquinas de escribir (Adler y Underwood); se adentra en el local estrecho, alargado, que, sumido en una penumbra solemne, cual farmacia, huele a madera y pegamento; esquiva a un comprador rechoncho que, pensativo, revuelve carpetas, las cuales un delgado aprendiz de piernas largas y cabello color azafrán con un guardapolvo negro, subido a una escalera, le está bajando al mostrador, para detenerse delante del otro dependiente, bastante mayor, con gafas de montura de alambre y una sonrisa sosegada y astuta en los labios finos y estrechos.