
Ficha técnica
Título: Berta Isla | Autor: Javier Marías | Editorial: ALFAGUARA | Colección: HISPANICA | Páginas: 544 | Fecha: mayo 2017 | ISBN: 9788420431918 | Precio: 20,81 euros
Berta isla
Javier Marías
«Durante un tiempo no estuvo segura de si su marido era su marido. A veces creía que sí, a veces creía que no, y a veces decidía no creer nada y seguir viviendo su vida con él, o con aquel hombre semejante a él, mayor que él. Pero también ella se había hecho mayor por su cuenta, en su ausencia, era muy joven cuando se casó. »
Muy jóvenes se conocieron Berta Isla y Tomás Nevinson en Madrid, y muy pronta fue su determinación de pasar la vida juntos, sin sospechar que los aguardaba una convivencia intermitente y después una desaparición. Tomás, medio español y medio inglés, es un superdotado para las lenguas y los acentos, y eso hace que, durante sus estudios en Oxford, la Corona ponga sus ojos en él. Un día cualquiera, «un día estúpido» que se podría haber ahorrado, condicionará el resto de su existencia, así como la de su mujer.
Berta Isla es la envolvente y apasionante historia de una espera y de una evolución, la de su protagonista. También de la fragilidad y la tenacidad de una relación amorosa condenada al secreto y a la ocultación, al fingimiento y a la conjetura, y en última instancia al resentimiento mezclado con la lealtad.
O, como dice una cita de Dickens hacia el final del libro, es la muestra de que «cada corazón palpitante es un secreto para el corazón más próximo, el que dormita y late a su lado». Y es también la historia de quienes quieren parar desgracias e intervenir en el universo, para acabar encontrándose desterrados de él.
Reseñas:
«Berta Isla es una de las más complejas y atrevidas novelas del autor y, sin duda, la más inquietante y desolada.» José-Carlos Mainer, Babelia
«Marías ha forjado una obra maestra […]. La gran literatura vuelve a estar escrita en español, para privilegio nuestro.» José María Pozuelo Yvancos, ABC Cultural
«Una mujer hecha de resistencia, insomnio y preguntas, casi Penélope. Y entre medias, una trama de intensidades […], con reverberaciones líricas, luminosa de personajes en penumbra y bien armada.» Antonio Lucas, El Mundo
«De nuevo Javier Marías ha fraguado una novela excepcional. Como instalado en una altísima cota de calidad literaria, el talento del escritor no desfallece ni se conforma con los caminos ya explorados.» Domingo Ródenas, El Periódico
«Javier Marías debe ser un firme candidato para ganar el Nobel.» J.M. Coetzee
«Javier Marías, uno de los más grandes, más geniales escritores del mundo.» Claudio Magris
«Un gran escritor.» Salman Rushdie
«Un escritor profundamente necesario, un caballero andante, divertido, punzante, lleno de ira y amor.» The Guardian
«Javier Marías es un escritor maravilloso.» John Banville
«Independientemente de nuestras expectativas, al leer elegimos pasar tiempo en compañía de un autor. En el caso de Javier Marías, se trata de una buena decisión: su mente es profunda, aguda, a veces turbadora, a veces hilarante, y siempre inteligente.» Edward St Aubyn, The New York Times Book Review
«Hechizante… evoca a creadores de acertijos como Borges, y las tramas de Marías, ingeniosas como jugadas de ajedrez, traen a la mente al gran maestro estratega del siglo XX, Vladimir Nabokov.» Los Angeles Times
[Fragmento del libro]
Durante un tiempo no estuvo segura de si su marido era su marido, de manera parecida a como no se sabe, en la duermevela, si se está pensando o soñando, si uno aún conduce su mente o la ha extraviado por agotamiento. A veces creía que sí, a veces creía que no, y a veces decidía no creer nada y seguir viviendo su vida con él, o con aquel hombre semejante a él, mayor que él. Pero también ella se había hecho mayor por su cuenta, en su ausencia, era muy joven cuando se casó.
Estos eran los mejores periodos, los más tranquilos y satisfactorios y mansos, pero nunca duraban mucho, no es fácil desentenderse de una cuestión así, de una duda así. Lograba dejarla de lado durante unas semanas y sumergirse en la impremeditada cotidianidad, de la que gozan sin ningún problema la mayoría de los habitantes de la tierra, los cuales se limitan a ver empezar los días, y cómo trazan un arco para transcurrir y acabarse. Entonces se figuran que hay una clausura, una pausa, una división o una frontera, la que marca el adormecimiento, pero en realidad no la hay: el tiempo sigue avanzando y obrando, no sólo sobre nuestro cuerpo sino también sobre nuestra conciencia, al tiempo le trae sin cuidado que durmamos profundamente o estemos despiertos y alerta, que andemos desvelados o se nos cierren los ojos contra nuestra voluntad como si fuéramos centinelas bisoños en esos turnos nocturnos de guardia que se llaman imaginarias, quién sabe por qué, quizá porque luego le parece que no hayan tenido lugar, al que se mantuvo en vigilia mientras dormía el mundo, si consiguió mantenerse en vigilia y no ser arrestado, o pasado por las armas en tiempo de guerra. Una sola cabezada invencible y por su causa se encuentra uno muerto, o es dormido para siempre. Cuánto riesgo en cualquier cosa.