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Escrito por

Antonio Escohotado

Antonio Escohotado: filósofo, escritor y psiconautaLa presente semblanza biográfica se ha elaborado a partir de artículos, libros, entrevistas y comentarios del propio biografiado. Para que el lector pueda ampliar información fácilmente, la mayoría de las referencias son de páginas web, no de textos impresos. No hay duda de que el nombre de Antonio Escohotado Espinosa resulta familiar a todos los lectores, ya que es uno de los autores más importantes de la actualidad, no sólo por la relevancia de sus obras, sino también por la amplia variedad de los temas que trata. Para los drogófilos es, sobre todo, el autor de Historia de las drogas y la celebridad que, en sus artículos y apariciones en los medios de comunicación, defiende la ‘normalización' de las drogas (devolver a las sustancias psicoactivas su estatus de cosas normales en el mundo en que vivimos); no tanto la ‘legalización', que en cierto modo implicaría reconocer su condición de objetos prohibidos, una situación a todas luces anormal.  Un filósofo de nuestro tiempoPolíticamente se define como liberal, en la línea de David Hume y Thomas Jefferson. No entra en la dicotomía izquierda-derecha, sino que le interesa más el debate entre libertad-autoritarismo; toma partido por el primer término y rechaza toda versión del segundo, sin importar su procedencia. Escohotado está incluido en el diccionario de pensadores del siglo XX. Como estudioso y erudito ha investigado numerosos campos del saber (Aristóteles, Hegel, filosofía presocrática, filosofía de la ciencia, pensamiento económico...), y como ensayista ha escrito sobre todos ellos, despertando en ocasiones la ira de muchos supuestos expertos, esos que no toleran que alguien ajeno se entrometa en lo que consideran de su exclusiva propiedad. Es difícil encasillarle, y reconoce que no le gustan los calificativos, pero tal vez el de ‘filósofo', en su sentido más amplio, sea el que mejor le define: "Lo que en esta vida me ha mantenido en una actitud de independencia es muchísimo amor y curiosidad intelectual. No admito estancamientos porque a mí lo que me gusta es estudiar y conocer; eso no tiene fin" (1). Es lógico que dos de sus pensadores predilectos sean Aristóteles y Hegel, los máximos exponentes del saber enciclopédico.Este profesor de Filosofía y Metodología de las Ciencias Sociales que aprovecha el silencio de la noche para estudiar y escribir declara que sus valores supremos son, en primer lugar, el cultivo del conocimiento, también llamado amor a la verdad; en segundo lugar, el amor; y tercero, la ebriedad, el consumo de sustancias psicoactivas (2). Una lista de valores que constituyen todo un reto para el mundo en que vivimos, tan mediocre, ramplón y apegado a lo inmediato y lo material.  Más información

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