
Ficha técnica
Título: La larga marcha | Autor: Joaquín Estefanía | Editorial: Península | Precio: 25 € | ISBN: 978-84-8307-789-4 | Fecha de publicación: 25/05/2007 | Páginas: 592
La larga marcha
Joaquín Estefanía
Este libro no es sólo un relato de la política económica del último medio siglo, aunque en ocasiones haya recurrido a fuentes primarias y en otras muchas a los trabajos de los profesionales de una disciplina-la historia económica-que en los últimos tiempos ha aportado una larga nómina de grandes investigadores y divulgadores. Tampoco es únicamente un ensayo hemerográfico, aunque las hemerotecas, analógicas y digitales, sean cada vez más importantes para objetivar los recuerdos. No es un texto sociológico, aunque cite obras y teorías de sociólogos, y trate de hacer sociología. No es una obra política, aunque como sabemos y tantas veces ha sido corroborado, la economía determina en última instancia todo lo demás.
Tampoco es, sólo, periodismo, aunque mucho de lo que aquí se describe y analiza-y bastantes de los personajes que lo protagonizan-ha sido cubierto y seguido para distintos medios de comunicación (el diario Informaciones, el semanario Cuadernos para el Diálogo, el periódico económico Cinco Días, y sobre todo EL PAÍS) por quien esto escribe. Y como tal periodismo, siempre he intentado afinar en el contexto: cualquier acontecimiento que no pueda ser puesto en relación con otros, deviene en algo incomprensible. El periodismo es el primer borrador de la historia. Finalmente, tampoco es únicamente un testimonio, aunque contiene numerosos pasajes y anécdotas, vividas o contadas, así como diversos recuerdos personales que constituyen el ambiente de esta época.
UN RELATO DE LA LARGA MARCHA: DE LO GRIS A LO GLOBAL
La secuencia que nos conviene para describir estas décadas de historia económica, hasta hoy, habla de cuatro grandes etapas: la primera, la del desarrollismo, es la que va desde 1959 a 1975, cuando muere Franco. La segunda etapa, la de la transición política (1976 a 1985), es aquella en la que se fragua la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), antecedente de la actual Unión Europea (UE). La tercera etapa, la más corta y seguramente la menos estudiada, comprende los años del eurooptimismo (1986-1991); es el tiempo en que los españoles, que tanto han esperado para ingresar en el selecto club continental, se sienten más europeos que nadie, como manifiestan todas las encuestas; la economía y la política apuntan hacia arriba en el sismograma virtual y marchan de la mano por su estabilidad. La cuarta y última etapa es la de la normalidad (desde 1992 hasta hoy); la normalidad encierra picos de sierra, encefalogramas planos, momentos de éxtasis y de pesimismo, y mucho aburrimiento: ya no hay grandes sobresaltos. ¡Bendito aburrimiento para un país castigado por las interrupciones institucionales, muchas de ellas sangrientas!
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La historia económica moderna de España es la de una larga marcha hacia Europa. Todos sus hitos, desde que en 1959 se firmó el Plan de Estabilización, han consistido en hacer realidad la idea de España como problema, Europa como solución, que elaboró Ortega y Gasset en 1910. El tardofranquismo, la transición, la democracia con sus diferentes gobiernos han insistido en el anclaje europeo como la forma de civilización superior a la que pertenecer. En este escaso medio siglo, los españoles hemos pasado de ser súbditos de una sociedad cerrada a ciudadanos de una Europa abierta que es, con sus aciertos y errores, el cenit del progreso al que ha llegado la humanidad.