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La comedia en tiempos de Berlusconi

Por 17 de julio de 2009 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Vicente Molina Foix

Pese a la modestia de su lanzamiento (31 copias en exhibición nacional), ‘Vacaciones de Ferragosto’ (‘Pranzo di ferragosto’), escrita, dirigida e interpretada por Gianni di Gregorio, está siendo el ‘sleeper’ de la temporada. Muy corta de metraje (75 minutos), de presupuesto y de inspiración, pues se centra prácticamente en un solo decorado y en una sola situación, la acogida temporal (pero tal vez no) de varias ancianas, madres de amigos, en la casa de un hijo maduro y soltero que vive con su vetusta y mandona progenitora, ‘Vacaciones de Ferragosto’ gusta tanto al público (en Italia fue un auténtico ‘hit’) por malas y buenas razones, lo cual quiere decir que se trata de un trabajo complaciente pero muy bien hecho, dentro de un género que todos agradecemos y en gran parte añoramos, la comedia. Y nada menos que la comedia italiana.

   Claro que la Italia de hoy no es aquel país donde, aún en el vértigo de sus gobiernos de corta duración, sus cristianos políticos trapaceros y su papado mangoneante, se produjo, emanada del neorrealismo, un tipo de comedia social de tintes negros, agridulce y crítica, que tuvo en Pietro Germi, Dino Risi, Luigi Comencini, Mario Monicelli, Ettore Scola o el propio Fellini de la primera época magníficos directores y, delante de sus cámaras, a actores cómicos de la talla de Vittorio Gassman, Alberto Sordi, Totó, Ugo Tognazzi, Vittorio de Sica o Nino Manfredi, citando unos pocos. Una comedia fílmica pre-berlusconiana, por así decirlo, y diciéndolo en un doble sentido figurado; anterior al país de rampante vulgaridad retrógrada que es hoy aquella república demediada, y anterior al imperio contaminante de ‘Tele Cinque’, creado y moldeado a su figura por el mismo jefe de estado aún en ejercicio. Como era de esperar, incluso en esta época de decadencia italiana, el berlusconismo estético y moral ha tenido sus detractores burlescos en el cine, pero así como la izquierda política no ha sabido encontrar las vueltas electorales al para-fascismo del régimen de Il Cavaliere, tampoco los cineastas de talento, con Nanni Moretti a la cabeza (su ‘Il caimano’ es una película fallida), han dado con el antídoto cómico que en la época dorada del género supusieron películas como ‘El oro de Nápoles’ (de Sica), ‘Vida difícil’ o ‘La escapada’ (Risi), ‘Todos a casa’ (Comencini) y ‘Divorcio a la italiana’ (Germi).

     Así que hay que contentarse viendo con sonrisa plácida ‘Vacaciones de Ferragosto’, esta breve ‘sit-com’ cinematográfica que bien podría ser el capítulo de una tele-serie de calidad ‘standard’, con buenos actores y diálogos y una moderada malicia costumbrista en el desarrollo de la reducida trama. El empequeñecimiento respecto a los títulos de la histórica comedia italiana no es sólo de medios, de metraje y de intención. Las ancianas glotonas, desvariadas y a la postre simpáticas escogidas de fuera de la profesión por el director de ‘Vacaciones de Ferragosto’ no tienen el carisma ni la gracia de  -por citar a una vieja genial de entonces- Tina Pica, pero, aunque es un actor austero y eficaz en el registro cómico, tampoco, ¡ay!, Gianni di Gregorio aspira al rango de un gran ‘mattatore’ del género sinvergüenza como lo fueron Gassman o Manfredi, ni llena el perfil del acomplejado ‘uomo ridícolo’ que supieron crear magistralmente Sordi o Tognazzi. Quizá, pensándolo bien, ningún actor ni guionista actual tenga la capacidad de emular en lo grotesco a ese histrión llamado Silvio Berlusconi.

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Vicente Molina Foix

 Vicente Molina Foix nació en Elche y estudió Filosofía en Madrid. Residió ocho años en Inglaterra, donde se graduó en Historia del Arte por la Universidad de Londres y fue tres años profesor de literatura española en la de Oxford. Autor dramático, crítico y director de cine (su primera película Sagitario se estrenó en 2001, la segunda, El dios de madera, en el verano de 2010), su labor literaria se ha desarrollado principalmente -desde su inclusión en la histórica antología de Castellet Nueve novísimos poetas españoles- en el campo de la novela. Sus principales publicaciones narrativas son: Museo provincial de los horrores, Busto (Premio Barral 1973), La comunión de los atletas, Los padres viudos (Premio Azorín 1983), La Quincena Soviética (Premio Herralde 1988), La misa de Baroja, La mujer sin cabeza, El vampiro de la calle Méjico (Premio Alfonso García Ramos 2002) y El abrecartas (Premio Salambó y Premio Nacional de Literatura [Narrativa], 2007);. en  2009 publica una colección de relatos, Con tal de no morir (Anagrama), El hombre que vendió su propia cama (Anagrama, 2011) y en 2014, junto a Luis Cremades, El invitado amargo (Anagrama), Enemigos de los real (Galaxia Gutenberg, 2016), El joven sin alma. Novela romántica (Anagrama, 2017), Kubrick en casa (Anagrama, 2019). Su más reciente libro es Las hermanas Gourmet (Anagrama 2021) . La Fundación José Manuel Lara ha publicado en 2013 su obra poética completa, que va desde 1967 a 2012, La musa furtiva.  Cabe también destacar muy especialmente sus espléndidas traducciones de las piezas de Shakespeare Hamlet, El rey Lear y El mercader de Venecia; sus dos volúmenes memorialísticos El novio del cine y El cine de las sábanas húmedas, sus reseñas de películas reunidas en El cine estilográfico y su ensayo-antología Tintoretto y los escritores (Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg). Foto: Asís G. Ayerbe

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