Sergio Ramírez
Hemos hablado en Madrid esta semana de las independencia americanas, cuyos aniversarios se acercan a pasos agigantados: nada menos que 200 años de haber ocurrido aquellas gestas, una tras otra, en las primeras décadas del siglo XIX, cuando la historia del continente comenzó a ser rescrita. Ha sido un encuentro promovido por la Cátedra Julio Cortázar, fundada en la Universidad de Guadalajara, en México, por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez en homenaje al gran Cronopio, miembro también de la generación del boom. Sobre las independencias habrá mucho que hablar en el futuro, mientras se va dando cada aniversario de los que empiezan ya pronto: Chile, Venezuela, Argentina, la Gran Colombia de Bolívar, México, Centroamérica…
Este encuentro, llamado Coloquio Internacional Bicentenario de las independencias americanas, y que ha congregado a un buen grupo de historiadores, escritores y sociólogos, tanto de América como de España, no es sino un calentamiento de motores para una discusión en múltiples foros que promete durar por años: estuvieron presentes el propio Carlos Fuentes, quien abrió los debates con una conferencia magistral en el auditorio Gabriela Mistral de la Casa de América, y otras figuras como Juan Luis Cebrián y Carmen Iglesias, de España; Héctor Aguilar Camín y Enrique Florescano, de México; Martín Hopenhayn y Sol Serrano, de Chile; José Carlos Chiaramonte, de Argentina, y Brian Hamnet de Inglaterra.
Comenzamos a celebrar. Y la primera pregunta para muchos será: ¿hay algo que celebrar?