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Blogs de autor

Inventario de olvidos

Por 23 de septiembre de 2008 Sin comentarios

Javier Rioyo

He viajado bastantes veces a Nueva York. Tardé en hacerlo, pero me gusta desquitarme. Me busco excusas, invitaciones, conmemoraciones o cualquier motivo. Siempre estoy excitado el día previo. Me parece que me faltarán libros, papeles, dinero, documentos, billetes, ropa, compañía, soledad…Y me dan ganas de no moverme, de quedarme en mi ciudad. En esta ciudad que también es mi Nueva York, ese lugar que conozco y desconozco. Que me sorprende y en la que me gustaría ser turista. Siempre que voy a Nueva York me dan ganas de quedarme en Madrid. Siempre que estoy en Madrid quiero viajar a Nueva York.

En NY siempre seré un turista, un paleto, aunque tenga bastantes claves, bastantes secretos, bastantes fotos, algunos bares y algunas amigas/os. También está la historia, los libros, las librerías, los exilios, el jazz y las sorpresas. Y los mercadillos, los musicales, los parques, las tiendas y los cócteles. Las alturas y algunos sótanos. Las estaciones, los taxis y el humo de las calles. El metro y los museos. Hay carne y bloody mary’s. En NY y con los poemas de Juan Ramón Jiménez. Él llegó primero, después vinieron casi todos. Lorca como un primero. Y todos los que algún día tuvieron, quisieron o soñaron cruzar el puente de Brooklyn.

/upload/fotos/blogs_entradas/alguienanda..._med.jpgEl último de los poetas que he conocido, de los españoles en NY, se llama Hartkaitz Cano, su libro: Alguien anda en la escalera de incendios, está publicado en El Gaviero Ediciones. Me gustan muchos de sus poemas. Creo que es la tercera vez que cruza el Puente de Brooklyn, que su patria podría ser un buzón y que en otra vida no le hubiera importado ser una chica. Ahora es ése, el que aconseja apartarse de las puertas del metro cuando se cierran: "apártate de la guillotina de los días".

Nueva York es buena para los poetas.  Y eso que no se bien que es Nueva York. Tendré que entrar a la ciudad por la Grand Central Station y leer el rótulo que diga: New York.

Ya lo escribió Rafael Sánchez Ferlosio: "tan sólo el rótulo de la estación dice de veras el nombre de la ciudad; lo demás son citas, más o menos fieles, de ese único texto original"

¿Qué libro se me olvidará para pasear por Nueva York?

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Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

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