[Publicado el 19/11/2018 a las 18:51]
[Etiquetas: Léxico.]
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Sólo he pronunciado la palabra “chorra" (con el significado de “pene") en una ocasión, y no pienso pronunciarla más. Entraba en los lujosos lavabos del Casino Principal de la ciudad de Jaca y sorprendía a Víctor Senén, padre, secándose el pene con la toalla tras haber orinado. En un flagrante acto de cobardía no dije nada, hice como si no le hubiera visto, pero comenté en voz alta, al reintegrarme a la partida de póquer, que había sorprendido a Víctor Senén, padre, secándose la chorra con la toalla.
[Publicado el 05/11/2018 a las 19:30]
[Etiquetas: Léxico.]
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Intento describir "una ciudad, cubierta a todas horas de una fina capa de polvo, que alberga numerosas colonias de avión común", pero el nombre de este pájaro hirundínido es de tal inanidad que imposibilita convertirlo en sujeto del relato, imposibilita la redacción del mismo (cambiar el nombre no es aconsejable, devaluaría la narración y el conjunto de mi narrativa). [Avión común, nombre oficial español de la especie Delichon urbicum].
El avión común fue descrito inicialmente por Linneo, en 1758, en su Systema Naturae, como Hirundo urbica, y fue trasladado a su actual género Delichon por Thomas Horsfield y Frederic Moore en 1854. Delichon es anagrama del término griego χελιδών (chelīdōn), que significa «golondrina», y el nombre específico urbicum (urbica hasta 2004, debido al desconocimiento de la gramática latina) significa «urbano» en latín. Por otro lado su nombre vulgar es aféresis del término antiguo gavión que a su vez procede del latino gavīa (que significa “gaviota”).
[Publicado el 13/1/2018 a las 11:41]
[Etiquetas: Léxico, ornitología.]
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Dice la Academia que “papanatas” es la persona simple y crédula o demasiado cándida y fácil de engañar. ¿Son papanatas los entusiastas pronunciadores de Lleida, Girona, Ourense, A Coruña, etc., cuando hablan en castellano? A veces dan ganas de llamar a TVE, al encargado de los telediarios o al encargado del programa del tiempo, y contarles que, si no somos unos cursis redomados, empleamos Burdeos en vez de Bordeaux, Ginebra en vez de Genève y Londres en vez de London, y que los exónimos constituyen un recurso, de todas las lenguas cultas, que permite, entre otras cosas, el uso de gentilicios apropiados (¿cuál será el gentilicio castellano de Lleida y Girona al descartarse “leridano” y “gerundense” por remitir a los proscritos “Lérida” y “Gerona”?). Y, si no nos ha colgado el teléfono, se puede aprovechar para aconsejarle que, en aras de la coherencia, junto a Lleida y Girona no se pronuncie “Barcelona” sino “Barsalona”, recordando de paso que, por ejemplo, en catalán (¿son los catalanes menos papanatas?) “Zaragoza”, “Huesca” y “ Teruel” resultan “Saragossa”, “Osca” y “Terol”. También informa la Academia que “papanatas” viene de “papar” y “natas”.
[Publicado el 23/10/2017 a las 11:05]
[Etiquetas: Léxico, Sociedad, Etimología.]
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El lenguaje es sexista porque se sustenta en la naturaleza de las cosas, en la apreciación de la vida hecha por el ser humano. Y la vida es multiforme y sexuada. El llorado profesor Fernando González Bernáldez, en su indispensable Los paisajes del agua. Terminología popular de los humedales, comenta: “En la palabra charca [frente a charco] puede verse el carácter aumentativo que el femenino tiene en español para muchas palabras (olmo, olma; cántaro, cántara; cesto, cesta; pozo, poza; río, ría) designando variantes generalmente más anchas o ventrudas.”
[Publicado el 22/6/2017 a las 18:52]
[Etiquetas: Léxico.]
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Ejemplos de la dificultad del emparejamiento entre la lengua inglesa y la española podrían ser los términos orníticos "crow" y "hawk".
“Crow”, en especial en su forma plural, es sinónimo vulgar de “Corvid” (The Crows. A Study of Corvids of Europe; un clásico en la bibliografía ornitológica), pero cuando adquiere aspecto binario reduce su significado: “Carrion Crow” (Corvus corone corone) sería nuestra Corneja Negra, y Hooded Crow (Corvus corone cornix) nuestra Corneja Cenicienta. Un “crow” aislado, en la soledad de la página de un libro, no da pista alguna al sufrido traductor; ¿opta por un genérico, y quizá inoportuno por lo culto, “córvido”, o desciende a la especie y concreta “corneja”?, sin atreverse, claro, a precisar si se trata de la negra o de la cenicienta.
“Hawk” complica aún más las cosas. Así, solo, es traducido normalmente por “Halcón”, como ave rapaz diurna de tamaño medio, no teniendo en cuenta que un halcón, sensu stricto, es un ave de la familia falcónida cuyo nombre inglés, en propiedad, es “Falcon”. Es de nuevo la forma binaria la que aporta soluciones: “Gosh Hawk” (Accipiter gentilis) es nuestro Azor, y Sparrow Hawk (Accipiter nisus) nuestro Gavilán, dos especies no falcónidas sino accipítridas.
[Publicado el 30/4/2017 a las 18:57]
[Etiquetas: Léxico, ornitología, idiomas.]
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La presencia de ADIVAS en el interior peninsular, concretamente en la meseta sur, ha sido objeto de esporádicas polémicas, a menudo poco rigurosas. La misma indefinición de la palabra –y de su variante más extendida, ADIVE- en lo que a adscripción a una especie se refiere, complica las cosas. Aceptado el origen arábigo del término y su utilización en el Magreb para designar el chacal, todo lo demás son conjeturas. Desde el lobo al zorro, pasando por el podenco, cualquier aplicación es posible si se trata de un mamífero carnívoro de mediano tamaño. Y parece ser que en tiempos pasados los nobles ¿europeos? gustaban de la compañía de chacales, entonces abundantes no sólo en el norte de África sino en el este de nuestro continente. Una población relicta, procedente de ejemplares escapados –o liberados- de aquellas cortes, vagabundeando discreta por los enclaves manchegos más solitarios, parece argumento de ficción pero, en la novela “Níquel” (2005), de evidente estilo documental, se describe el cruento ataque de varios chacales dorados –Canis aureus- a tres intelectuales barceloneses comedores de tierra la noche del viernes 17 de septiembre de 1964.
Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2007.
[Publicado el 12/4/2017 a las 12:33]
[Etiquetas: Zoología, léxico.]
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El maestro propone un trabajo para el fin de semana: hallar la etimología de la palabra francesa ‘robinet’, nuestro ‘grifo’. Treinta y nueve, de los cuarenta niños que componen el alumnado, dan la siguiente solución:
“Según los mejores etimologistas (Bloch y von Wartburg, seguidos por Alain Rey), ‘Robin’ era un nombre de pila masculino que, en la Edad Media, se solía dar a los animales domésticos, en especial a los ‘moutons’ (vocablo que se aplica, sin distinción, a carneros y ovejas). ‘Robinet’ es un diminutivo de ‘Robin’. Las llaves de los caños, o los caños en sí, tenían frecuentemente la forma de la cabeza de una res lanar, de ahí que se les diera ese nombre. En español el paso de ‘caño’ a ‘grifo’ se explica por la sofisticación de ese dispositivo asemejándolo al mítico animal.”
El niño disidente nos dice que en su casa (es una familia de inmigrantes catalanes) al ‘grifo’ se le llama 'aixeta', término emparentado con 'xeta', 'jeta', y que no se ponen de acuerdo los lingüistas para precisar su procedencia pero, apunta, es recomendable acudir a Covarrubias: "Llamamos Geta a los labios hinchados de los negros, por la semejanza que tienen con las setas o hongos que nacen en el campo"
[Publicado el 21/3/2017 a las 11:26]
[Etiquetas: Etimología, léxico.]
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Chatarras, Pumbo y La Monja Enana fueron los más grandes jugadores de chiribito que hollaron los tapetes del Casino Principal de Jaca; el chiribito, esa variedad de póquer, agresiva, espectacular y calibrada que otra gloriosa personalidad, que atendía por Loquilla, trajo a estos venerables salones en exclusiva para todo el gremio del naipe de la ciudad pirenaica. Sería 1980. Loquilla sufría importantes pérdidas en la sesión semanal de bacarrá oficiada en aquel insólito lugar cercano a Huesca y necesitaba resarcirse con toda urgencia. Propuso en Jaca cambiar de modalidad de juego, implantar algo que él dominaba, y con lo que creyó poder desplumar a sus compañeros de mesa. Pero minusvaloró a los poqueristas jacetanos (y zaragozanos visitantes), en especial a los nombrados al comienzo de esta historia, que pronto aprendieron, superaron al maestro y le obligaron a buscar en otros frentes el modo de sufragar la deuda. Loquilla murió pronto, y quizá en paz. En cualquier caso, el chiribito, también llamado póquer sintético, quedó instalado, no como homenaje a su introductor sino como incomparable método de mover dinero, en las hexagonales mesas del número trece de la calle Echegaray, en tiempos conocida como calle de las Damas.
Pues bien, anotar un detalle; ni Chatarras, ni Pumbo, ni La Monja Enana, ni la inmensa mayoría de puntos autóctonos y alóctonos, caballeros todos, quisieron saber nunca nada del empleo de comodines en esa maravilla de la inteligencia y la emoción que es el póquer sintético, como tampoco antes lo quisieron en el ejercicio del póquer convencional, el póquer tapado, el de las cinco cartas. Sí, había una tradición, una costumbre, casi una corriente de pensamiento que postulaba la inclusión en el mazo de uno o dos comodines, pero era una tendencia que surgía entre clases pasivas, entre jugadores no creativos, entre quienes restaban a las cartas su propio valor para reducirlas a la vulgaridad y convertirlas en vehículo de la anodina pasión por el azar. ¡Los comodines!, y aquí es adonde quería conducir el discurso, al empleo exacerbado de comodines, pero no de los que tienen en el jóker a su emblema, sino otros, otros comodines, intangibles pero nefastos, invasivos veloces que se instalan en todos los sistemas de voz; me estoy refiriendo a los comodines gramaticales, a uno en especial, a ese verbo “hacer” que anula, arrasa a otros muchos verbos convirtiendo el empleo de la palabra en un desierto en el que la creación expositiva, la riqueza de los matices, se devalúan hasta transformarse en una insoportable muestra de inanidad y aburrimiento.
Expresiones como “hacer el aperitivo”, “hacer un infarto” o “hacer pole” son de uso frecuente en los medios audiovisuales y, cada vez más, entre personas bastante bien educadas. Sustituir por el comodín “hacer” certeros verbos como –en estos tres casos- “tomar”, “sufrir” o “conseguir” es el signo de los tiempos, una moda, una señal aceptada del empobrecimiento del idioma y una pírrica victoria para los que propugnan igualar a las gentes por abajo. Sin embargo, en todos los terrenos, incluso en los más deleznables, es posible establecer algún récord, alcanzar un nivel impensable de estulticia y aborregamiento colectivo. Lugar: gasolinera El Cid en la autovía Zaragoza Huesca. Protagonistas: dos matrimonios de mediana edad y condición social que llegan a bordo de un coche matrícula de Tarragona. Diálogo (traducido): “Mientras haces gasolina iremos a hacer un café”; “No tengáis prisa que voy a ver si también me hacen el parabrisas y seguro que si les doy propina también me harán las ruedas”. Nunca Chatarras transigió ante los patrocinadores del descalabro: siempre buscó la mejor jugada, siempre buscó esgrimir con sagacidad sus altos poderes; daba gusto verle articular los naipes como si fueran sintagmas; ¡qué artista de la dicción!; abofeteó, dice la leyenda, a un agrimensor que quiso convencerle de la bondad del cambalache, de que hay quien sirve para todo, del usar y tirar, del qué más da cómo se hacen las cosas.
[Publicado el 22/12/2016 a las 12:28]
[Etiquetas: Póquer, léxico, filología]
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[Publicado el 15/10/2016 a las 18:37]
[Etiquetas: Póquer, zoología, léxico.]
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Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942) es poeta, narrador, filólogo y ornitólogo. Traductor, al español, de Flaubert (Trois contes), Claudel (L'Annonce faite à Marie), Tzara (L´Homme approximatif), Monod (Le Hasard et la Nécessité), Montale (Ossi di sepia).
Obra literaria:
De las condiciones humanas, Trimer, 1964
La hora oval, Ocnos, 1971
Cónsul, Península, 1987
Níquel, Mira, 2005
Ciudad propia. Poesía autorizada, Artemisa, 2006
El bestiario de Ferrer Lerín, Galaxia, 2007
Papur, Eclipsados, 2008
Fámulo, Tusquets, 2009
Familias como la mía, Tusquets, 2011
Gingival, Menoscuarto, 2012
Hiela sangre, Tusquets, 2013
Mansa chatarra, Jekyll & Jill, 2014
30 niñas, Leteradura, 2014
Chance Encounters and Waking Dreams, Michel Eyquem, 2016
Edad del insecto, S.D. Edicions, 2016
El primer búfalo, En picado, 2016
Ciudad Corvina, 21veintiúnversos, 2018
Besos humanos, Anagrama, 2018
Razón y combate, Ediciones imperdonables, 2018
Ferrer Lerín. Un experimento, Universidad de Málaga, 2018
Libro de la confusión, Tusquets, 2019
Arte Casual, Athenaica, 2019
Ciudad Corvina (2018)
Cuadernos 21V
Chance Encounters and Waking Dreams (2016)
El primer búfalo. Una antología alfabética (2016)
13/1/2018 13:47
Hola, soy Theresa Williams....
Publicado por: THERESA WILLIAMS
13/1/2018 13:46
Hola, soy Theresa Williams....
Publicado por: THERESA WILLIAMS
13/1/2018 13:45
Hola, soy Theresa Williams....
Publicado por: THERESA WILLIAMS
13/1/2018 13:43
Hola, soy Theresa Williams....
Publicado por: THERESA WILLIAMS
13/1/2018 13:41
Hola, soy Theresa Williams....
Publicado por: THERESA WILLIAMS
13/1/2018 13:08
Hola, soy Theresa Williams....
Publicado por: THERESA WILLIAMS
06/1/2018 11:57
Mi nombre es Katherine Combs de...
Publicado por: combs
20/9/2017 14:06
Le honra, por cierto, venirnos...
Publicado por: invitado
19/9/2017 19:25
Publicado por: invitado
14/9/2017 19:51
https://www.google.fr/search?q=s...
Publicado por: Damian
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